Piedecuesta
Advierten sobre el fraude con llamadas engañosas en Piedecuesta
Pocas personas pueden decir que nunca han sido objeto de llamadas sospechosas que los invitan a ganar un maravilloso premio o que deben enviar un dinero para un mejor empleo o peor aún rescatar a un familiar. Según las autoridades este tipo de delito está en aumento y el nivel de denuncia es casi nula.
Durante esta semana varios residentes del municipio denunciaron que fueron llamados por el que sería un supuesto caza talentos, que gracias a información privilegiada, como el interés de un empleo en una petrolera, le habría permitido ‘enganchar’ a las víctimas.
Carolina Howard es auxiliar de enfermería y hace unos meses envío una hoja de vida para trabajar en Campo Rubiales, sin embargo, hasta el sábado pasado recibió noticias de la supuesta empresa que le solicitó unos documentos y un dinero para su contratación.
“Me llamaron y me preguntaron si tenía unos cursos de alturas y conocimiento de la refinería, a lo que respondí que no, así que sugirieron que debía hacer unos cursos y consignar $340 mil pesos para realizar los talleres necesarios que me permitirían entrar a la organización”, comentó Howard, víctima de llamada engañosa.
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Recomendaciones
Ludwing Valero, secretario del Interior Municipal, le recomendó a la comunidad abstenerse de hacer pagos, giros y consignaciones a las organizaciones, pues en la mayoría de los casos estas proporcionan los cursos y los talleres.
Otras advertencias
Según indica el Centro Cibernético Policial el delito informático más frecuente en Colombia son las estafas a través de diferentes medios de pago. Entre los años 2014 y 2018 se han presentado más de cinco mil reportes de estafas por compra o venta de productos, mensajes de texto, llamadas y la ‘carta nigeriana’.
Por eso la recomendación de las entidades bancarias es a no entregar ningún dato personas, ni número de sus tarjetas y recomiendan que en caso de generarle duda deben comunicarse con los representantes de las entidades bancarias para evitar que los ‘avivatos’ se queden con su dinero.