Usuarios de ‘pilas públicas’ de barrios subnormales de Piedecuesta se quejan por lo que consideran excesivos cobros del servicio de agua en estas zonas. Además, denuncian la falta de regulación de las asociaciones que suministran el líquido vital.
La Piedecuestana de Servicios Públicos informó que en la localidad nueve sectores reciben agua por medio de estas ‘pilas públicas’.
Según el decreto 229 de 2002, la Piedecuestana de Servicios Públicos reglamenta que toda persona que habita en áreas subnormales puede recibir el servicio de agua a través de este sistema, que debe ser administrada por medio de las Juntas de Acción Comunal o una Asociación sin ánimo de lucro.
Una vez se apruebe, se instala un macro medidor, que permitirá saber cuántos metros cúbicos debe pagar la comunidad, dinero del que será responsable el representante legal de la asociación o el presidente de la JAC.
Las quejas
Varios líderes de Nueva Colombia se quejan por lo que consideran altos costos del servicio, señalando que presuntamente algunas personas han convertido el suministro de agua en un negocio.
Pedro Solano, habitante del barrio Villa Valentina I, asegura que en promedio se cobran $25 mil por vivienda y son más de 400 familias las que habitan en el sector, lo que indica que mensualmente recogen más de $10 millones.
“En la zona se consumen más de dos mil metros cúbicos de agua, por lo que deben pagar $3 millones. Es decir, la asociación se estaría quedando con más de $7 millones”, sentenció Solano.
El vocero comunal añadió que lo más triste de la situación es que al revisar los estados de cuenta de la Piedecuestana de Servicios Públicos, el sector aparece en mora.
Por su parte, Oscar Medina, habitante del sector Las Margaritas hizo un llamado a las entidades gubernamentales para que realicen un control detallado a las mencionadas asociaciones.
¿Qué responden las asociaciones?
Viviana Niño, representante legal de la Asociación Acueducto Veredal Guatiguará La Vega, que suministra el servicio al sector de Villa Valentina I, El Higuerón y Villa Camila, explicó que la comunidad “hace cuenta alegres”, pues de los 450 usuarios, el 50% no cancela el valor del servicio o se ‘cuelga’ de manera ilegal.
La responsable de la ‘pila pública’ más grande de Piedecuesta asegura que quienes se quejan no conocen la realidad de la asociación de usuarios.
“Las personas no tienen en cuenta los gastos de la Dian, papelería, pago del software y la contadora encargada de organizar las finanzas”, aseveró Niño.
También subrayó que los retrasos se deben al cambio de medidores y al no pago de varios usuarios, pero confía que antes de terminar la actual vigencia podrían saldar la deuda.
Responde la Piedecuestana
Por medio de un comunicado de prensa la Piedecuestana de Servicios Públicos informó que actualmente nueve barrios cuentan con el servicio de Pilas Públicas, de los cuales seis se encuentran en mora.
Dentro de la explicación de la entidad precisaron que los asentamientos humanos por encontrarse bajo una condición especial deben asumir el costo pleno, sin subsidio ($1.281 por metro cúbico) y que cada entidad es autónoma e independiente en sus cobros.
Finalmente precisó que producto de las nueve ‘pilas públicas’ la entidad recibe $11 millones 600 mil 168.