Conocer nuevas culturas, viajar, descansar, experimentar y disfrutar junto a la pareja, es una de las mejores vivencias que se dan a lo largo del camino, pues permite solidificar la relación.
Aunque planear un viaje requiere de mucha organización, diálogo, esfuerzos y determinación, no es una decisión que se toma de la noche a la mañana ni que se da por simple impulso.
Puede que este tipo de actividades le hagan sentir mayor estabilidad con la pareja, pero se deben tener en cuenta una serie de factores tanto éticos como emocionales, que le ayudarán a determinar qué es lo correcto.
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La edad de cada persona, el tiempo que llevan juntos, la situación económica, el tipo de relación, las opiniones de los adultos y las circunstancias del momento, son solo algunos de los aspectos a evaluar antes de empacar maletas y emprender la travesía.
Lo anterior aplica especialmente si se trata de adolescentes, primeros amores, relaciones muy pasionales.
Tome las cosas con calma
Toda relación pinta ‘color rosa’ en sus inicios y aunque es normal que aflore el deseo de explorar el mundo junto a ese ser querido, lo más prudente es que se tome las cosas con calma.
En estos casos, según explica el coach Fernando Martínez García, no se pueden dejar de lado los valores que se aprendieron en casa.
“En toda relación debe primar el respeto entre la pareja, aceptando las decisiones de cada quien y sin presiones. No se pueden olvidar del cuidado y el amor propio, siempre debe primar el bienestar de cada uno y la tranquilidad”, aseguró el experto.
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Por ello, si una relación sentimental no está fundamentada en dichos valores, hacer planes de esta magnitud no será una decisión acertada.
También debe tener en cuenta si se trata de una relación de adolescentes en donde es más complejo que ambas partes estén conscientes de la responsabilidad que trae consigo planear un viaje sin la presencia de los padres o de algún adulto.
“En estos casos se debe tener cuidado con las presiones del grupo, pues muchas veces por quedar bien o tener aceptación se hacen cosas en contra de la voluntad o los principios. Acá es fundamental mantener una autoestima fuerte y conocerse a sí mismo para tomar decisiones más acertadas”, agregó Martínez García.
Así que si desea tomarse un tiempo a solas con su pareja, hágalo de manera responsable, dialóguelo con su familia, planéelo con tiempo y no actúe por impulso o manipulaciones de otros.
Una historia de amor por el mundo
Visitar un país diferente cada año es la meta de Laritza Díaz y su novio Ramiro Carrascal, con quien tiene una relación desde hace cuatro años.
Estados Unidos, México y Perú, además de más decenas de ciudades nacionales, son algunos de los destinos que han recorrido juntos y cada experiencia es aprovechada por estos jóvenes para solidificar su relación, compartir el uno del otro, conocer nuevas culturas y afianzar los lazos de amor.
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La primera vez que la comunicadora social y el teniente de navío emprendieron un viaje juntos, el destino seleccionado fue la costa oeste de Estados Unidos.
“En esa época yo vivía en Estados Unidos y estaba planeando mis vacaciones con él. Pero él había viajado con el Buque Gloria por toda la zona este entonces decidimos irnos para la costa oeste. Yo fui la que planeé todo el recorrido y en septiembre de 2015 nos fuimos. Pasamos 15 días de vacaciones juntos, conocimos muchos lugares, probamos comidas diferentes, experimentamos otra cultura y disfrutamos nuestro tiempo de descanso”, relató la joven.
Cuando la pareja tomó la decisión de emprender la aventura juntos, llevaban un año de relación, tiempo en el cual ya habían pasado por ciertas experiencias que les permitía estar seguros de que dicho recorrido les dejaría gratos recuerdos tanto en el ámbito personal como en el de pareja.
Además, tuvieron tiempo suficiente para planear las cosas, ahorrar y tener claridad ante de lo harían durante la travesía.
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“Nosotros ahorramos mucho durante todo el año. Utilizamos aplicaciones de turismo y blogs de viajes para poder trazar nuestro presupuesto y saber a qué lugares podíamos ir. Disfrutamos de cada cosa que hicimos”.
Si conocer lugares nuevos es siempre una experiencia placentera para las personas, hacerlo en compañía de ese ser amado hará que la felicidad aumente.
Laritza y Ramiro son consciente de ello y por es esta razón ya planean el viaje de este año.
“Viajamos porque es una forma de salir de la rutina, de conocer personas y retarnos a cosas que no vinimos en nuestra cotidianidad. Un viaje logra demostrar que tanto conectas con la pareja, porque a veces no todo serán fotos o cosas bonitas, a veces las cosas no salen como lo planeado o en medio del ‘corre corre’ entramos en estrés. Un viaje es la forma de probar que esa persona es tu compañera ideal”, concluyó la joven.
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Noviazgos de colegio: ¿viajes con excusas académicas?
Aunque los expertos aseguran que las relaciones entre adolescentes se deben permitir, siempre y cuando estas no interfieran en el desarrollo emocional del menor, sí es importante que los padres y adultos estén al tanto de estos noviazgos.
Liliana Rodríguez Pinzón, docente santandereana con más de 10 años de experiencia, aseguró que cada vez es más común que surjan noviazgos en el colegio.
“Debido a que es un tema que ya no toma por sorpresa a los maestros y que los padres ya asimilan con mayor facilidad, lo más aconsejable es organizar jornadas de capacitación tanto con los acudientes como con los adolescentes para que ellos tengan las bases éticas que les permita actuar de manera correcta en salidas o viajes en los que estarán solos”.
Rodríguez Pinzón, también hizo un llamado para que los padres no se alejen de sus hijos y que acudan al diálogo.
“Uno de los problemas que hay actualmente es que los padres creen que porque hay tanta información en internet o porque en el colegio hay un proyecto de educación sexual, ellos se desentienden del tema y no es necesario hablar con ellos. Pero los padres son los que primero les deben enseñar a los niños a respetarse a sí mismos y hacerse respetar de su pareja y amigos”.
De esta manera, la docente también se refirió a la importancia de que los jóvenes seleccionen bien a su círculo de amigos, para evitar presiones de ellos que los lleven a hacer cosas que no quieren.