Pese a que el COVID-19 y la influenza son enfermedades transmisibles, que tienen síntomas similares, y en común la capacidad de producir la muerte, existe una medida que marca la diferencia entre los dos virus: la vacunación.
A medida que el brote de coronavirus avanza, muchas otras enfermedades siguen su curso en la cotidianidad de las personas, una de ellas es la influenza. Es una enfermedad viral que por sus síntomas parecidos con el virus de Wuhan puede llegar a confundirse.
De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud, OPS, a pesar de que el COVID-19 y la influenza tienen presentaciones clínicas muy parecidas y ambas causan enfermedades respiratorias desde asintomáticas o leves, hasta graves y muertes, la mayor diferencia radica en que la influenza o gripe estacional se puede prevenir con la vacuna.
Fiebre, dolor en los músculos, tos persistente, dolor de cabeza, fatiga, congestión nasal y dolor de garganta son los síntomas más frecuentes en la influenza, signos de alerta que pueden llegar a confundirse con un caso positivo de COVID-19.
Aunque la gama de síntomas en ambos virus es similar, la proporción de pacientes con afecciones graves varía según la enfermedad.
De acuerdo con la OPS, en el caso del COVID-19, los datos reunidos hasta la fecha sugieren que el 80 % de las infecciones son leves o asintomáticas, el 15 % graves, que requieren oxígeno, y el 5 % críticas, es decir que requieren ventilación. “Estas fracciones de infección grave y crítica parecen más elevadas que las observadas en el caso de la infección gripal”.
Quienes corren mayor riesgo de contraer influenza son los niños, las mujeres embarazadas, adultos mayores de 60 años, personas con afecciones crónicas subyacentes y las inmunodeprimidas. En el caso del COVID-19, la edad avanzada y las afecciones subyacentes incrementan el riesgo de infección grave.
¿Cómo prevenir la influenza?
En ambos casos, para evitar el contagio es necesario establecer medidas de prevención efectivas como el permanente lavado y desinfección de manos. No obstante, a pesar de estas medidas de precaución, existe una que marca la diferencia: la influenza es prevenible por vacunación, el COVID-19 aún no.
“En mayo llegó el primer pico epidemiológico de influenza a los países del hemisferio sur, por lo general se extiende a octubre, con la máxima actividad en julio o agosto. Esto implica que existe la posibilidad de que los dos virus lleguen a coexistir. Al coincidir, se hace imprescindible prender las alarmas para prevenir la influenza y lograr que los esfuerzos médicos puedan concentrarse en la atención de la pandemia”, aseguró Mayra Alejandra Amaya, gerente de la Unidad de Salud de la Caja de Compensación Familiar en Santander, Cajasan.
Por su parte, Mauricio Orozco-Levi, jefe médico del Servicio de Neumología del HIC, señala que es fácil confundir la influenza con el coronavirus porque no hay ningún signo clínico ni características de laboratorio de una u otra enfermedad, “pero sí hay patrones que hacen sospechar al equipo médico que pueda ser uno u otro virus, lo que nos lleva a identificar mediante pruebas moleculares o serológicas aquellos virus que pueden tener mayor relevancia con tal de definir estrategias de tratamiento”.
Así mismo indicó que la influenza es una enfermedad que tiene una presentación cíclica anual porque sus características de transmisión favorecen con ciertas temporadas del año. Además estamos inmersos en un medio en donde se transmiten muchos virus respiratorios.
Para prevenir la influenza es importante seguir los esquemas de vacunación contra esta enfermedad, que en Colombia está incluida en el Plan Ampliado de Inmunización (PAI) para los menores de dos años, mujeres gestantes y mayores de 60 años, entre otros grupos de riesgo.
“No toda la población debe estar vacunada contra la influenza, hay unos grupos de riesgo que son en los que se recomienda la vacuna, población de menos de cinco años, personas de más de 60 años y personas con enfermedades crónicas. La influenza en términos de vacuna no protege contra el coronavirus, pero se recomienda continuar los esquemas de vacunación porque no modifica el riesgo ni aumenta la posibilidad de tener coronavirus. Sin embargo, en caso de tener influenza va a evitar la enfermedad, disminuir el riesgo o ser de menor gravedad”, agregó Orozco-Levi.
Dato: El resfriado común se produce por otros virus como los rinovirus, que son menos agresivos en términos de síntomas y signos clínicos mientras que la influenza es una patología que cursa con daño pulmonar y puede llevar desde una tos que se resuelve sola, a insuficiencia respiratoria e inclusive la muerte.
