El programa de vigilancia centinela que, desde este mes, se empezó a implementar en las instituciones educativas públicas y privadas de la capital santandereana, para el monitoreo y control del COVID-19, es el único de su tipo que se desarrolla actualmente en el país.
En su etapa piloto, que se llevó a cabo en cinco colegios y cuatro universidades, se recogieron 1.266 pruebas PCR en saliva. Y tras los buenos resultados obtenidos, las autoridades municipales decidieron continuarlo. En ese sentido, se seguirán tomando diariamente cerca de 600 muestras a docentes, estudiantes y universitarios.
El alcalde de Bucaramanga, Juan Carlos Cárdenas Rey, destacó la alianza institucional con la Universidad Industrial de Santander, UIS, para la realización de este proyecto, que es una de las estrategias adoptadas para facilitar la permanencia segura en las aulas. Su vigencia será hasta noviembre cuando termine el calendario académico.
Laura Andrea Rodríguez, epidemióloga e investigadora de la Universidad Industrial de Santander y coordinadora del programa, afirmó que de las 1.266 pruebas, “apenas obtuvimos cinco resultados positivos, eso nos dice que la positividad está por debajo del 0,05%, eso es extremadamente bajo”.
El proyecto comenzó en la Escuela Normal Superior y en la Institución Educativa Café Madrid, donde se realizaron cerca de 400 pruebas en saliva a estudiantes entre los 7 y 16 años, previa autorización de sus padres o acudiente.
Según lo programado, las intervenciones serán solo de lunes a viernes, en la UIS, Universidad Autónoma de Bucaramanga, Universidad de Santander y Unidades Tecnológicas de Santander
Asimismo, en los colegios Café Madrid, Los Colorados, Santander, Tecnológico Salesiano, Nuestra Señora del Pilar, Santo Ángel, San José De La Salle, Inem, San Pedro Claver, Adventista La Libertad y Escuela Normal.
Liliam Helena Lizcano Castellanos, rectora de la Escuela Normal Superior, reconoció que “para la Normal es verdaderamente importante ser parte de este proyecto. Tenemos una comunidad numerosa de más de 4.000 estudiantes y, obviamente, hay ciertos temores. Están aplicando pruebas de manera permanente y el estar monitoreando nos da un parte de tranquilidad y seguridad para garantizar un regreso seguro y no traumático”.
Centinela permite hacer seguimiento detallado a la comunidad educativa, con pruebas no invasivas que permitan múltiples tomas para ser procesadas y entregar resultados en menos de 72 horas. Así se podrán identificar las condiciones de alto riesgo e interrumpir cadenas de transmisión, además de emitir recomendaciones para la reapertura educativa en el presente año.
