Las autoridades señalaron que los niveles de polución han incrementado considerablemente durante este mes, a tal punto de poner al territorio en la escala de alerta como lo dicta la normativa nacional. Las concentraciones de contaminantes se estarían elevando, especialmente, en las denominadas horas pico.
Muchos se preguntan de dónde surgió la idea de implementar un pico y placa ambiental en Bucaramanga. Ante las dudas, las personas se han atrevido a comentar que todo hace parte de un plan para favorecer al transporte público convencional y masivo.
Las autoridades desmienten estas afirmaciones y señalan que desde 2019 se venía adelantando discusiones al respecto, solo que hasta este año la decisión fue tomada con base en los alarmantes registros de contaminación atmosférica. Las espesas nubes que en varios momentos han opacado a Bucaramanga, así como algunos otros sectores del área metropolitana, son el reflejo de la polución que viene afectando la calidad del aire y de que se deben tomar medidas inmediatas.
El 7 y 10 de marzo, por ejemplo, la capital santandereana registró 82 y 68 microgramos por metro cúbico, respectivamente. La resolución 2254 de 2017 del Ministerio de Ambiente establece que el máximo de concentración de partículas finas menores a 2,5 micras de diámetro, en la atmósfera, debe ser de 37 microgramos por metro cúbico para un periodo de exposición de 24 horas.
Lo anterior quiere decir que la población que se expuso durante tiempos prolongados, en la ciudad, durante estos días, respiró aire contaminado por PM 2,5 que supone mayor peligro a la salud, ya que al inhalarlo puede afectar la salud de personas y desencadenar accidentes cerebrovasculares, cáncer, y neumopatías crónicas y agudas, entre esas el asma.
Para Ángel Galvis, asesor de Despacho de la Alcaldía de Bucaramanga, esto se convierte en una razón de peso para tomar determinaciones que realmente brinden protección a la ciudadanía, en términos de afectaciones a la salud que podría generar este fenómeno.
“Tomamos la decisión de adoptar un pico y placa ambiental, con el propósito de que salgan de circulación aproximadamente la mitad de los vehículos que se movilizan diariamente en la ciudad. Esta es una media fuerte, temporal, preventiva, excepcional, que nos va a permitir afrontar de manera inmediata la situación por la que atravesamos”, subrayó Galvis.
Y es que parte de los propósitos del Municipio para haber tomado tal decisión es evitar llegar a un estado de emergencia ambiental. Entonces, así como la restricción apareció de un momento a otro, puede desaparecer de la misma manera.
Es decir, aunque la restricción vehicular, de acuerdo con la resolución emitida por la Alcaldía de Bucaramanga, tendrá vigencia hasta el 31 de marzo de 2020, es posible que se levante antes y se retome al pico y placa de movilidad habitual.
“Este pico y placa ambiental ocurre debido a los niveles de contaminación atmosférica. Se levantará tan pronto se notifique una reducción en los índices de calidad del aire. Para eso vamos a analizar los datos todos los días y en el momento en que notemos que podemos levantar la medida, lo haremos antes del 31 de marzo”, explicó el funcionario.
Según lo expresado por las autoridades municipal, la situación ambiental de la ciudad es compleja y requiere de un compromiso ciudadano que, en este sentido, obedece a dejar su vehículo guardado durante tres franjas horarias.
La contaminación atmosférica es un asunto de salud pública que incide incluso en el aumento de consultas y hospitalizaciones por afecciones respiratorias, especialmente en niños, mujeres embarazadas y adultos mayores.
Concentración de contaminantes
El ingeniero Oscar Mauricio Rojas Figueredo, funcionario del Área Metropolitana de Bucaramanga, explicó que si bien el deterioro de la calidad del aire se debe a las emisiones de las fuentes móviles y fijas, también existe un factor climático bastante influyente.
Se trata de un fenómeno que se presenta durante este periodo del año, en el cual varían las condiciones meteorológicas y afectan la dispersión de los contaminantes. Si la nubosidad es bajas, entonces es probable que las concentraciones de material particulado sigan en aumento.
Desde enero, dice Rojas Figueredo, se ha evidenciado el aumento en las concentraciones de PM 10 y PM 2,5 en Floridablanca, Girón y Bucaramanga. En marzo los rangos empezaron a variar entre dañino para la salud de grupos sensibles (niños, mujeres embarazadas y adultos mayores) y dañino para la salud de la población en general.
“Hay cambios en la meteorología. Puede ocurrir un fenómeno que se llama inversión térmica lo que estamos viendo. Cuando las nubes están muy bajas y las direcciones del viento disminuyen, hace que las emisiones generadas en la zona urbana se queden en la atmósfera y se presente esa capa que vemos”, acotó.
DATO: Cuando la calidad del aire en un territorio registra niveles bueno y moderado no requiere recomendación. Cuando se llega a los niveles naranja y rojo sí, porque se pueden generar enfermedades respiratorias.
