Mejorar el servicio a los usuarios del transporte público, controlar el transporte informal y evaluar las condiciones de operación son algunas de las razones con las que el Área Metropolitana de Bucaramanga, AMB, justifica la propuesta de dejar la carrera 33 solo para el tránsito de vehículos del transporte público.
Este proyecto también ha sido planteado por los mismos transportadores. Sin embargo, no ha tenido eco. Las opiniones están divididas. Mientras los propietarios de negocios y habitantes rechazan esta propuesta, los conductores la aprueban porque saben que ya ‘la 33’ no da abasto.
De acuerdo con lo expuesto por el AMB, esta medida surge de una evaluación técnica realizada en los últimos años, que, entre otras, ha identificado como uno de los principales orígenes de las externalidades del transporte, al hábito de uso del vehículo particular de manera individualizada.
Fabián Fontecha, subdirector del AMB, considera que “el usuario del transporte público debe tener prioridad sobre los conductores y ocupantes de vehículos particulares, pues de manera articulada comparten un menor espacio público para movilizarse, luego la falta de confortabilidad a la cual se someten en muchos casos debería ser mínimamente compensada en mejores tiempos de viaje y eso se logra generando espacios de exclusividad o priorización”.
Cabe destacar que un estudio de campo realizado por la Subdirección de Transporte del AMB, sobre la carrera 33 con calle 56, en febrero de 2019, durante hora pico, evidenció que el 37% de los automotores que por allí pasan son taxis, el 37% motocicletas, 18% carros y un 8% buses.
“La carrera 33 es el corredor principal del transporte público en el área metropolitana, tanto por sus condiciones de infraestructura como por sus cualidades de conexión. Sin embargo, resulta paradójico que los buses ocupando un menor espacio vial transporten entre el 60% y 70% de las personas que efectivamente se movilizan sobre el corredor, lo anterior por el hábito de uso de vehículo particular de manera personal, más de la tercera parte de los vehículos particulares transportan solamente a su conductor”, aseveró Fontecha.
Actualmente, la carrera 33 es uno de las vías más congestionadas de la ciudad. Se presume que parte de los problemas de movilidad se debe a que no hay regulación en el estacionamiento o la detención de vehículos.
Si se cumplieran las frecuencias tal y como las tiene establecidas el Área Metropolitana de Bucaramanga, sobre la carrera 33 entre la Avenida Quebradaseca y la calle 34 pasarían en hora pico 158 buses del transporte público colectivo; 150 entre la calle 34 y calle 36; 210 entre la calle 36 y la calle 45; 156 entre la calle 45 y calle 56; y 139 entre la calle 56 y calle 63.