La falta de cultura ciudadana hace que los trayectos de las ciclorrutas estén invadidos. Hicimos un recorrido por algunas ciclovías y detectamos que, de manera paradójica, los biciusuarios son los que menos las utilizan.
Al tiempo que la expansión de las ciclorrutas sigue despertando ‘odios y amores’ entre los bumangueses, algunos ciudadanos poco cívicos están utilizando tales corredores viales para estacionar en ellos de manera ilegal motocicletas, carros y ventas ambulantes.
Y con frecuencia algunos motociclistas las están ‘abordando’ para desplazarse con mayor agilidad; lo peor es que pasan por estas ciclorrutas a toda velocidad, poniendo en peligro a uno de los actores más vulnerables de las vías: el ciclista.
Las invasiones se dan en momentos en los que cada vez más áreas son segregadas para que los biciusuarios transiten con seguridad.
Esta red de ‘cicloinfraestructura’ ha sido diseñada por las rutas más habituales de los ciclistas urbanos, buscando que los viajes sean continuos y eficientes. Sin embargo, hoy son las áreas de la capital santandereana más invadidas.
Vanguardia realizó un recorrido para identificar los principales obstáculos que se presentan alrededor de estos importantes tramos.
En todos los trayectos donde se segregó un carril para los ciclistas es común ver la invasión de vehículos o vendedores estacionarios ocupando tales espacios.
“Más allá del cemento, es obvio que la movilidad por las ciclovías requiere de pedagogía ciudadana. Nos han vendido la idea que las calles son para los vehículos privados y los conductores no han entendido que el espacio es para todos”, dijo Yani León, directora del Programa ‘Bucaramanga Cómo Vamos’.
