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Bucaramanga
Domingo 08 de agosto de 2021 - 12:00 PM

Con Delta, Santander debe acelerar ritmo de vacunación

Expertos aseguran que, con el mayor porcentaje de población inmunizada y exigentes medidas de autocuidado, se podría evitar que esta variante ocasione un cuarto pico de la pandemia en el departamento.

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Actualmente, Santander cuenta con más de 3.900 casos activos de la COVID-19 distribuidos en 66 municipios.  (Foto: Jaime Moreno  / VANGUARDIA)
Actualmente, Santander cuenta con más de 3.900 casos activos de la COVID-19 distribuidos en 66 municipios. (Foto: Jaime Moreno / VANGUARDIA)

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Actualmente, Santander cuenta con más de 3.900 casos activos de la COVID-19 distribuidos en 66 municipios. (Foto: Jaime Moreno / VANGUARDIA)

La variante original podía contagiar de dos a tres personas, Delta puede contagiar de cinco a ocho. Los síntomas más comunes son dolor de cabeza, dolor de garganta y secreción nasal. (Foto: Jaime Moreno / VANGUARDIA)
La variante original podía contagiar de dos a tres personas, Delta puede contagiar de cinco a ocho. Los síntomas más comunes son dolor de cabeza, dolor de garganta y secreción nasal. (Foto: Jaime Moreno / VANGUARDIA)

La variante original podía contagiar de dos a tres personas, Delta puede contagiar de cinco a ocho. Los síntomas más comunes son dolor de cabeza, dolor de garganta y secreción nasal. (Foto: Jaime Moreno / VANGUARDIA)

Santander hace parte de los tres departamentos de Colombia que, hasta la fecha, han confirmado la circulación de la variante Delta del linaje B.1.617.2 para el virus del SARS-CoV-2, en sus territorios.

El pasado 5 de agosto, la Secretaría de Salud de Santander anunció el primer caso detectado en una persona de 52 años, residente en Bucaramanga.

La información, sin duda, despertó preocupación y prendió las alarmas porque como lo indican los expertos, se trata de una variante que se expande rápidamente, por su velocidad de contagio. Sin embargo, señalan que podrían prevenirse escenarios complejos si se acelera la vacunación y bajo ninguna circunstancia las personas flexibilizan sus medidas de autocuidado.

Desde el 2 de agosto, el departamento levantó las medidas restrictivas de toque de queda y ley seca, para avanzar el proceso de reactivación de todos los renglones de la economía, según lineamientos establecidos por la resolución 777 de 2021, expedida por el Ministerio de Salud y Protección.

A propósito del tema, Luis Alexander Moscoso, viceministro de Salud Pública y Prestación de Servicios, previamente había advertido tras la llegada de Delta que “actividades que antes no eran tan riesgosas, como quitarse el tapabocas para compartir un café en un espacio cerrado por dos minutos, ahora serían suficientes para contagiarse”.

De hecho, destacó que “se estima que la variante original de la COVID-19 tiene capacidad de contagiar a 2,2 personas; Alfa y Gamma entre 4 y 5 personas, pero Delta puede infectar a 8 personas o más. A ese ritmo, nosotros prevemos que en septiembre la variable empezará a tener una participación mayor y en octubre ya podría ser la variante dominante”.

Bladimiro Rincón Orozco, bacteriólogo, magíster en Ciencias Básicas Biomédicas con énfasis en Inmunología, PhD en Ciencias Naturales y profesor de la Escuela de Microbiología de la Universidad Industrial de Santander (UIS), explicó que las variantes se generan en lugares donde hay mucha circulación del virus y muchos casos de infección, caracterizándose por ser más competitivas que las anteriores. Delta, por ejemplo, se originó en el pico epidemiológico en la India y es ocho veces más contagiosa que cualquiera de las otras variantes reportadas hasta el momento.

“Cuando hablo de competitivas quiere decir que tienen mayor capacidad de infección y mayor capacidad de escape del sistema inmune de los humanos. Esas dos características la vuelven mucho más contagiosa, lo que genera rápida transmisión y un aumento rápido de casos, provocando un colapso rápido del sistema de salud”, subrayó.

Por lo anterior, Rincón Orozco sugiere que día a día se revisen los números de casos, la ocupación de las Unidades de Cuidados Intensivos, UCI, positividad y la mortalidad, de manera que cuando se detecte un comportamiento inusual las autoridades departamentales tomen medidas. Prácticamente, se debe apuntar a un monitoreo continúo de todos los indicadores.

“Lo más importante es vacunar completamente a la población para evitar las muertes por COVID-19 y continuar con las medidas de bioseguridad y distanciamiento social, porque ya las restricciones que tenían, se levantaron; así que lo que queda ahora es el autocuidado y la responsabilidad nuestra y la corresponsabilidad con el resto de la sociedad de vacunarnos lo más pronto más posible”, acotó.

Para el profesor de la Escuela de Microbiología de la UIS y epidemiólogos de la región es necesario que las tasas de vacunación en el departamento aumenten, a tal punto de que la variante Delta no cause un impacto como lo causó en la India y lo está causando en Europa y Estados Unidos, pero principalmente en el grupo de no vacunados.

“La variante Delta causa estragos en las personas que no están vacunadas porque rápidamente se transmite y causan enfermedad grave en esos pacientes. Las personas vacunadas con el esquema completo pueden infectarlas pero con una severidad muy baja, entonces hay muy pocos casos que pueden llegar a complicarse y necesitar atención en UCI”, afirmó.

A corte del 7 de agosto, el departamento reportó un total de 1.516.091 dosis suministradas de las farmacéuticas Pfizer, Moderna, Janssen, Sinovac y AstraZeneca. Con estos biológicos se logró que 811.242 personas recibieran la primera dosis, 543.143 fueran inmunizadas con dos dosis y 161.706 con monodosis.

Entre tanto, la Gobernación de Santander confirmó que la población Dane en Santander es de 2.306.455. Hasta el 31 julio de 2021, en porcentaje de vacunación se tenía mayores de 80 años, el 74,98%; 75 - 79 años, el 80,47%; 70 - 74 años, el 76,08%; 65 - 69 años, el 67,89%; y, 60 - 64 años, el 64,27%.

En los de 55 – 59 años, el 55,48%; 50 – 54 años, el 47,50%; 45 – 49 años, el 20,92%; y, 40 – 44 años, el 18,05%.

Responsabilidad de todos

“Si mantenemos el autocuidado, nos vacunamos lo más pronto posible y hacemos que todas las personas que están a nuestro alrededor reciban el biológico lo más pronto posible, podemos relentizar o disminuir el incremento de infecciones que pueden estar siendo causado por Delta y eso nos llevaría a que no se implementen restricciones como cierre del comercio, bares, prohibición de eventos masivos y demás”, comentó el experto consultado por Vanguardia.

Igualmente aseguró que la confirmación de la nueva variante en ningún momento aleja a Santander del objetivo de alcanzar la inmunidad de rebaño; por el contrario, pone al departamento en una carrera contrarreloj para acelerar el ritmo de vacunación, de manera que antes de lo previsto el 80% de la población este inmunizada.

“Entre más personas vacunadas se tengan, menos oportunidad tendrá la variante Delta, otras variantes de preocupación, o las que puedan surgir en otros lugares geográficos del país o del mundo, de causar nuevos picos epidemiológicos. La vacunación es el único remedio realmente efectivo que se tiene para disminuir esto”, aseveró.

De hecho, el Viceministro de Salud Pública y Prestación de Servicios ha dicho que la vacunación será la clave. “Si nos vacunamos y las personas con comorbilidades entienden su riesgo, puede que tengamos un cuarto pico de casos, más no un cuarto pico de hospitalización y pérdidas de vidas. Y si vamos más allá y somos responsables extremando las medidas de bioseguridad, puede que incluso no tengamos cuarto pico”, sentenció.

Teniendo en cuenta que la variante Delta plantea nuevas dudas, especialmente con la vacunación de si se necesita una tercera dosis o no, Leonardo Arregocés, director de Medicamentos y Tecnologías en Salud, comunicó que hasta el momento no hay evidencia clara y contundente para tomar una decisión; pues hasta ahora solo se tiene experiencia de vacunación contra la COVID-19 de ocho meses en el mundo.

Bladimiro Rincón Orozco, bacteriólogo, magíster en Ciencias Básicas Biomédicas con énfasis en Inmunología, PhD en Ciencias Naturales y profesor de la Escuela de Microbiología de la UIS, respondió que es posible que se requiera en adultos mayores de 60 años porque el sistema inmune no funciona igual, incluso el personal médico que fue el primero que se vacunó en Colombia.

Sin embargo, opina, que lo importante es aplicarle las primeras vacunas al 80% de la población para estar cercanos a la inmunidad de rebaño. Y, posteriormente, mirar si se necesita la repotenciación en pacientes y personal de salud.

“Como son vacunas muy nuevas no se sabe exactamente cuánto tiempo va a durar esa protección. En muchos estudios se sabe que un porcentaje significativo, por encima del 10% de todas las personas que tienen dos dosis, a los seis, siete u ocho meses ya van disminuyendo su protección entonces hay que reforzar. Por eso, habría una tercera dosis en grupos de importancia”, dijo.

Rincón Orozco insistió en que todas las vacunas ofrecen protección, aunque ninguna al ciento por ciento, lo que sucede es que para algunas no hay datos científicos que prueben si esta vacuna funciona o no para ciertas variantes.

“No quiere decir que no funcionen. Pfizer y AstraZeneca han mostrado protección contra Delta, pero faltan hacer estudios científicos para comprobar si las otras vacunas tienen igual o superior efectividad”, precisó.

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Publicado por Ingrid Paola Albis Pérez

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