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Martes 07 de julio de 2020 - 12:00 PM

El agua empieza a escasear en Lebrija

La diminución voluntaria del consumo es lo único que poner a salvo al municipio, ante el descenso significativo del caudal de las represas que se utilizan como fuente de abastecimiento para la población del sector urbano.

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La represa Piedras Negras es monitoreada constantemente. El viernes 3 de julio su nivel era de -88 centímetros de la cota máxima y el domingo 5 de julio había descendido a -80 centímetros. (Foto: Marco Valencia  / VANGUARDIA)
La represa Piedras Negras es monitoreada constantemente. El viernes 3 de julio su nivel era de -88 centímetros de la cota máxima y el domingo 5 de julio había descendido a -80 centímetros. (Foto: Marco Valencia / VANGUARDIA)

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La represa Piedras Negras es monitoreada constantemente. El viernes 3 de julio su nivel era de -88 centímetros de la cota máxima y el domingo 5 de julio había descendido a -80 centímetros. (Foto: Marco Valencia / VANGUARDIA)

El nivel de la represa Piedras Negras, principal fuente de abastecimiento de agua potable para los habitantes del casco urbano de Lebrija, está a menos 90 centímetros de su cota máxima; mientras que la represa Pico del Águila está a menos 80 centímetros.

Estas mediciones, que están a corte de 5 de julio, obligaron a las autoridades a declarar una alerta naranja para que las personas usen racionalmente este recurso hídrico. Aunque el panorama es desalentador desde hace varios años atrás, actualmente no ha sido posible establecer una solución inmediata.

Es decir, la medida de racionamiento, como ocurría en otros tiempos, no se puede contemplar, porque más allá de las disposiciones nacionales que han surgido en el país, a raíz de la emergencia por COVID-19, el Tribunal Administrativo de Santander en septiembre de 2018, mediante una medida cautelar, le impidió a la Alcaldía de Lebrija y a la Empresa de Servicios Públicos Domiciliarios de Lebrija, Empulebrija E.S.P., continuar con los cortes sectorizados que dejaban hasta por más de 48 horas sin agua a los usuarios residenciales y comerciales.

Fernando Manosalva, gerente de Empulebrija, le aseguró a Vanguardia que el riesgo de quedarse sin una gota del preciado líquido para atender a los más de 5.600 suscriptores se presenta desde hace más de un mes y medio, teniendo en cuenta que, en la zona rural de Lebrija, más exactamente donde se ubican dichas represas, no ha llovido.

“Estamos tratando de hablar con los veedores y el magistrado para hallar una solución inmediata. Les planteamos la situación en la que nos encontramos para ver si de alguna manera nos permiten hacer racionamientos. En estos momentos es necesario, pero no podemos”, aseguró.

De acuerdo con Manosalva, lo que han hecho para atender los requerimientos de la comunidad, en materia de acueducto, es programar trabajos de rebombeo por cerca de 15 horas diarias en el Pico del Águila, de manera que el nivel de Piedras Negras no descienda tan rápido.

“Esa es una labor que sale muy costosa y lo está asumiendo la empresa. Pero en este punto lo que necesitamos es que las personas tomen conciencia y ahorren agua lo que más puedan, los hemos visto lavando fachadas, andenes, carros. En el Pico del Águila tampoco ha llovido, es una represa mucho más pequeña, y ya empezó a bajar considerablemente el nivel. Actualmente solo tiene 120 centímetros de agua”, subrayó el gerente.

Posibles soluciones

Por otro lado, se pudo conocer que mientras se le saca el mayor provecho al caudal de las represas y llega una solución definitiva, Empulebrjia avanza en el proceso de recuperación de un pozo profundo que está en el parque principal de la localidad. En los próximos días, de hecho, se empezará con el mantenimiento para ponerlo a funcionar.

Por otro lado, la empresa se concentra en un estudio para empezar a trabajar en otro pozo profundo, al que se le pondría tubería para bombear agua hasta la Planta de Tratamiento, durante las 24 horas. De allí se sacarían unos 10 litros de agua por segundo que representa cerca del 30% de lo que consume el municipio.

La solución definitiva a este problema es la construcción de la red de conducción desde el Acueducto Metropolitano de Bucaramanga, hasta Lebrija. El proyecto fue contratado desde el año pasado, pero no se ha puesto en ejecución.

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Publicado por Ingrid Paola Albis Pérez

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