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area metropolitana/bucaramanga
Domingo 18 de septiembre de 2022 - 12:00 PM

El 'sazón de amor' de cuatro cocineros de Santander

Durante el Festival de Colonias realizado ayer hubo todo un derroche de talento culinario. Un total de 75 colonias de Santander, invitados de 12 departamentos de Colombia y otros tres internacionales le pusieron sabor al paladar de los asistentes al evento.

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Con sazón ribereño de Barrancabermeja

Mery Martínez es oriunda de la provincia de Yariguíes y tiene 66 años. Sus padres fueron cocineros y desde muy niña aprendió los secretos culinarios, preparando alimentos al lado del río Magdalena.

Su especialidad es el sancocho trifásico, cuyos ingredientes principales son la cabeza de bagre ahumado, la gallina criolla y el hueso de res. A esta mezcla se le agrega plátano, yuca y se acompaña de arroz de coco, patacón y suero. Si su apetito es mayor, esta mujer le ofrece un pescado frito sudado con toda la sazón ribereña.

Su experticia en la cocina le permite ser la organizadora del tradicional Festival del Sancocho que año a año se realiza en el Distrito Petrolero.

Doña Mery ama cocinar porque “con esto conservamos la tradición, esos platos que aprendí de mis padres, de mis abuelos. Además, con ayuda de mi esposo hemos sacado adelante a cuatro hijos que son profesionales”.

Al calor de la brasa, de los fogones, con su acento ribereño, esta mujer confiesa que se siente orgullosa de haber nacido en Barrancabermeja porque “con semejante calor que hace en nuestra tierra, cuando las personas llegan, se amañan. El barranqueño es muy familiar, muy amigable. Tenemos la dicha de poder sentarnos afuera de nuestras casas a compartir, a conversar, a sentarnos en una mecedora”.

Martínez dijo que el futuro de Barrancabermeja ya no está en el petróleo sino en la belleza de sus sitios turísticos y en la riqueza de su gastronomía.

El dulce sabor de la miel de cacao

¿Imagina usted probar miel con sabor a chocolate? Pues, una emprendedora de la provincia de Carare Opón, lo hizo realidad.

Se trata de Yurany Mendoza Riaño, quien desde su empresa Ver de Verde se inventó la forma de transformar el mucílago del cacao, que es la cubierta dulce que traen los granos de este fruto, en un producto para endulzar la vida.

De acuerdo con su creadora, este producto sirve para hacer té caliente, también para hacer frappé al mezclarlo con agua y hielo o para endulzar las frutas, galletas y pan.

Además de la miel artesanal, comercializan productos como chocolatinas, chocolate de mesa y licor de cacao.

Desde Málaga con aroma a cerdo

Una familia malagueña rescató la tradición de preparar chorizos con carne de cerdo , asarlos a la brasa, combinarlos con limón, acompañarlos con papa cocida y limonada de panela.

Según Gloria Inés Castro, una de las integrantes del grupo familiar, “nosotros nacimos en Málaga y seguimos con el arte de la cocina de nuestros abuelos que eran de Santa Bárbara, también en García Rovira”.

Los secretos de su sabor radican en el amor con los que los preparan y en no añadir condimentos a la preparación, sólo cerdo.

Con este emprendimiento, la familia ha logrado darle estudio a tres hijos y tener el sustento diario.

Estos chorizos se encuentran en el retorno de Caneyes, en Girón.

Molagavita y sus platos

Albert Barajas encabezó la comitiva de esta colonia. Afirmó que entre los mejores platos de su pueblo se encuentra la carne a la llanera, jugosa y suave al paladar.

En esta misma cocina se ofreció el mute, al que se le mezcla maíz, mazorca y menudo de res. Este plato se vende a montón en la plaza de mercado de Molagavita.

Y si de endulzar el paladar se trata, los molagavitenses ofrecieron un dulce de leche conocido como ‘Chato’ y galletas horneadas a las que les llaman ‘cucas’.

El hombre expresó que “para el caso del mute nuestra sazón es diferente, es casero, cocido a la leña y es una tradición de toda la vida. Se come al desayuno, al almuerzo, a la comida”.

Se mostró orgulloso por sus raíces al punto que decidió traer un pedacito de su pueblo a la ciudad y ofrecer todas las delicias culinarias en un mirador de Bucaramanga.

Su restaurante se llama El Mirador, Pare A ver y está ubicado en el kilómetro seis en la vía Bucaramanga-Pamplona.

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Publicado por Milton Velosa Araque

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