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Bucaramanga
Domingo 21 de agosto de 2022 - 12:00 PM

Empresarios santandereanos se alistan para apertura de frontera

La Zona Franca Santander fue el epicentro de un encuentro empresarial venezolano y colombiano, donde se trataron temas para generar nuevas oportunidades de negocios binacionales, en el marco de la reactivación fronteriza.

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Ad portas de abrirse el paso fronterizo entre los dos países, empresarios aseguran que aún no está clara la oferta exportable. (Foto: Íngrid Albis / VANGUARDIA)
Ad portas de abrirse el paso fronterizo entre los dos países, empresarios aseguran que aún no está clara la oferta exportable. (Foto: Íngrid Albis / VANGUARDIA)

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Ad portas de abrirse el paso fronterizo entre los dos países, empresarios aseguran que aún no está clara la oferta exportable. (Foto: Íngrid Albis / VANGUARDIA)

Si bien todavía no hay una fecha certera de cuándo se abrirá nuevamente la frontera entre Colombia y Venezuela, los empresarios decidieron dar un paso al frente para realmente conocer el escenario en que se podrían mover las economías de ambas regiones.

Han pasado siete años desde que se dio el cierre fronterizo, hay una deuda que todavía está en vilo y se hace necesario no solo el mantenimiento de los puentes internacionales sino una infraestructura vial acorde que garantice la conectividad.

Andrea Serrano, gerente de Zona Franca Santander, aseguró que este encuentro fue un primer acercamiento para identificar los puntos en común con miras a reactivar el comercio binacional. Eso sí, aún no se tienen identificados los sectores que harán parte de esta reapertura, pero si hoy se abriera la frontera, desde el departamento se podrían llevar medicamentos, calzado, alimentos, artículos de primera necesidad, así como otros elementos que ayuden con la reindustrialización de Venezuela.

Dentro de los productos y servicios potenciales, Santander tiene todo lo que se enmarca en salud como farmacéutica, dispositivos médicos, cosméticos y aseo.

Así mismo, todo lo relacionado con industrias 4.0 que es desarrollo de software, servicios de ingeniería y arquitectura, y videojuegos; agroindustria; y cadenas globales de valor como metalmecánica, repuestos, autopartes, confecciones y calzado.

“En estos momentos lo que se está haciendo es levantar la información con el fin de buscar una revisión del Acuerdo de Alcance Parcial de Comercio que tenemos, buscando que los mercados sean complementarios y que desde Colombia se envíe lo que necesita Venezuela y que a Colombia llegue lo que podamos requerir del mercado de ese país”, explicó.

De acuerdo con Serrano, Venezuela siempre fue el principal socio comercial de Santander, así que esto se convierte en una oportunidad para seguir creciendo en las exportaciones.

“Los empresarios están preparados para esta reapertura. Sin embargo, es una frontera que lleva siete años cerrada y en temas de infraestructura vial y aduanera hay mucho por trabajar”, acotó.

Una mirada desde Venezuela

Para Luigi Pisella, presidente de la Confederación Venezolana de Industriales, Conindustria, este encuentro quedó enmarcado en cuatro aspectos fundamentales.

El primero, sin duda, impulsar la reapertura de la frontera, cuya orden de cierre un 19 de agosto de 2015 les generó un golpe bastante dañino para la parte consular y de intercambios comerciales.

El segundo, “reforzar los lazos de integración porque Colombia y Venezuela siempre se complementaron en sus economías. Queremos que este intercambio binacional llegue a los niveles que anteriormente estuvo. Estamos alrededor de más de 200 millones de dólares, su promedio siempre tuvo alrededor de unos 2.000 mil millones de dólares”, aseveró.

El tercero, determinar la oferta exportable de ambos países.

El cuarto, revisar el convenio número 28 de 2006 porque la realidad de los países ha cambiado, así que los códigos arancelarios deben estar acordes a los tiempos actuales.

Con respecto a los productos que Venezuela le enviaría a Colombia, Pisella indicó que se han evaluado varios sectores en los cuales podría existir un complemento como es el caso de la alimentos, químicos y farmacéuticos. No obstante, el tema está por definirse.

“En Venezuela estamos en la mejor disposición de hacer todas las alianzas necesarias con los empresarios colombianos. A pesar de tener deficiencia en los servicios públicos, no tener financiamiento o tener una capacidad utilizada muy baja, nosotros hemos seguido exportando y somos líderes en el mercado mundial de ron, siempre lo fuimos en el chocolate y en el cacao, no queremos depender del petróleo”, anotó.

Desde Venezuela, cabe destacar, también se están exportando camarones y cangrejos, así como frijoles chinos.

Para este nuevo capítulo de la relación binacional, Luis Alberto Russián, presidente de la Junta Directiva de la Cámara de Integración Económica Venezolano Colombiana, Cavecol, considera importante conocer la oferta exportable y los modelos de negocio de las empresas que están en Santander para saber de qué manera puede existir una complementariedad.

Las expectativas son muchas. “Nosotros llegamos a tener un intercambio comercial binacional de 7.300 millones de dólares para 2008 y cayó a 220 millones de dólares para 2020, el año pasado creció a 406 millones de dólares y para este 2022 esperamos que termine hasta en 800 millones de dólares pero pretendemos que esa cifra se supere si hay la voluntad política de ambos lados de la frontera, de promover el comercio formal “, precisó.

Pese al optimismo que existe entre los empresarios colombianos y venezolanos, por la reapertura de la frontera, los empresarios santandereanos consideran que es fundamental que se revise la deuda existente con las pequeñas y medianas empresas de producción del departamento.

Wilson Gamboa Meza, presidente de Asociación de Industriales del Calzado de Santander, Asoinducals, comentó que esta cartera ‘en mora’ está desde hace más de 10 años.

“Si hay buena voluntad se pueden hacer unos acuerdos de pago, se puede renegociar. Todas las facturas están en una oficina de la Gobernación de Santander que se creó en su momento y allá se apostillaron. La cifra supera los 1.200 millones de dólares”, subrayó.

Fueron 850 empresas de manufacturas de Bucaramanga y el área metropolitana, como calzado, confección y joyería, que colapsaron por el no pago de esa deuda.

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Publicado por Ingrid Paola Albis Pérez

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