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area metropolitana/bucaramanga
Sábado 23 de enero de 2021 - 12:00 PM

En pleno toque de queda, 34 personas festejaban en discoteca de Bucaramanga

De manera desafortunada, la indisciplina ciudadana sigue primando en Bucaramanga. Pese a que existen restricciones, algunas personas siguen participando en fiestas clandestinas sin tener en cuenta el riesgo que corren en medio de la pandemia de la COVID-19.

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Coronel Luis Quintero, Subcomandante de la Policía Metropolitana de Bucaramanga.
Coronel Luis Quintero, Subcomandante de la Policía Metropolitana de Bucaramanga.

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Coronel Luis Quintero, Subcomandante de la Policía Metropolitana de Bucaramanga.

Muchas personas, entre ellas menores de edad, siguen ‘saltándose’ el toque de queda. Lo peor es que promueven fiestas clandestinas sin mascarilla y obviamente sin respetar la debida distancia.
Muchas personas, entre ellas menores de edad, siguen ‘saltándose’ el toque de queda. Lo peor es que promueven fiestas clandestinas sin mascarilla y obviamente sin respetar la debida distancia.

Muchas personas, entre ellas menores de edad, siguen ‘saltándose’ el toque de queda. Lo peor es que promueven fiestas clandestinas sin mascarilla y obviamente sin respetar la debida distancia.

Violando el toque de queda y esquivando las más elementales normas de bioseguridad, 34 personas, cuatro de ellas menores de edad, fueron sorprendidas en una fiesta clandestina al interior de una discoteca de la capital santandereana.

Los ilegales se encontraban festejando en un establecimiento nocturno de la denominada ‘Zona Rosa’ de Bucaramanga. Obviamente ese negocio fue sellado de inmediato.

En el caso de los 30 infractores mayores de edad recibieron por esta falta un ‘comparendo’ equivalente a $936 mil cada uno. Mientras tanto, los cuatro menores de edad fueron dejados a disposición de la Comisaría de Familia con el fin de restablecer sus derechos.

Así lo informó el Coronel Luis Quintero, Subcomandante de la Policía Metropolitana de Bucaramanga, Mebuc.

El Alto Uniformado reiteró que el dueño de la discoteca que prestó el servicio fue sancionado; además se le suspendió su actividad comercial de manera temporal, entre otras cosas, por no exigir la norma del pico y cédula, por tener menores de edad en este sitio y por habilitar las pistas de baile cuando en la ciudad están prohibidas dada la pandemia. Además, vendía licor pese a que estaba vigente la ley seca.

No es la primera vez que esto ocurre. El fin de semana pasado, en otros sectores de Bucaramanga y justo cuando existía restricción de la movilidad para mitigar el segundo pico de contagio de coronavirus, los uniformados sellaron otros tres establecimientos que efectuaban ese tipo de fiestas.

En lo que va de enero las autoridades han desmantelado en total 15 fiestas clandestinas con una masiva asistencia de personas, a las que se les comprobó que no respetaron el distanciamiento social e incumplieron otras normas de bioseguridad.

Se cree que la cifra de rumbas ilegales es mayor, si se tiene en cuenta que muchas personas y negocios han logrado camuflarse en medio de las medidas restrictivas.

Vale recordar que debido al creciente número de casos de la COVID-19 en la capital santandereana y a la alta ocupación de las camas UCI, que se encuentra en 87% aproximadamente, las Alcaldías del área metropolitana decretaron el toque de queda.

Esta medida se estableció de la siguiente manera: de 10:00 p.m. a 5:00 a.m. Este horario también incluye a la denominada ley seca y ella estará vigente hasta el próximo 5 de febrero.

A pesar de las restricciones, en la ciudad se siguen conociendo casos de personas que vienen irrespetando dicha medida.

“También hemos sorprendido a varios establecimientos violando las disposiciones de las autoridades, como el horario permitido para el consumo y la venta de licores”, agregó el Subcomandante.

La modalidad que prima en estas reuniones, según la autoridad, es la realización de encuentros a puerta cerrada en fincas, tabernas o sedes sociales, pese a que no hay permiso para esa clase de aglomeraciones.

El año pasado, en pleno mes de diciembre, se intervinieron más de 150 fiestas ilegales, las cuales se venían realizando en tiendas de barrio, en haciendas de las afueras de la ciudad e incluso en las sedes sociales de algunos conjuntos residenciales.

Otras reuniones se han desarrollado, de manera ilícita, en prostíbulos, salas de masaje camufladas y tabernas que operan sin los debidos permisos oficiales.

La Mebuc aclaró que las reuniones dentro de un núcleo familiar, en medio del aislamiento selectivo, no están prohibidas siempre y cuando no alteren la tranquilidad de los vecinos y se acaten las normas de bioseguridad.

A juicio de los voceros de Unibares, “las restricciones que nos han puesto a nosotros para la reapertura han fomentado la informalidad y la realización de fiestas clandestinas en viviendas y fincas de los alrededores, sin ninguna medida de prevención”, dijo René Rincón, vocero de esa agremiación.

De acuerdo con el Subcomandante de la Mebuc, “seguiremos con los operativos y ejerciendo mayor control contra las ‘rumbas’ clandestinas en el área metropolitana de Bucaramanga”.

Ante la crisis hospitalaria que se registra en la región, Quintero les solicitó a los bumangueses “mantener el buen comportamiento para evitar la propagación del coronavirus”.

“Tenemos que tomar conciencia ante la grave situación con esta emergencia sanitaria que tenemos en la ciudad y en el país. Esto nos obliga a comportarnos de la mejor manera, acatar las normas de bioseguridad y atender las disposiciones que las autoridades están dictando para preservar la vida y la salud de todos los habitantes”, puntualizó.

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Publicado por Euclides Kilô Ardila

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