No se trata de la ampliación o modificación del actual pico y placa que se aplica en la ciudad, sino de una medida restrictiva alterna y temporal para las fuentes móviles que producen mayor emisión de partículas contaminantes, las cuales inciden perjudicialmente en la salud de la población.
Antes de finalizar la semana, la Alcaldía de Bucaramanga dará a conocer si se implementa o no una medida restrictiva vehicular alterna al actual ‘pico y placa’. El objetivo es mejorar los índices de calidad de aire.
El próximo viernes 13 de marzo, el Consejo Municipal de Gestión del Riesgo se reunirá, evaluará las condiciones de contaminación atmosférica y procederá -si es el caso- a tomar medidas preventivas.
Henry Andrés Sarmiento Sierra, subsecretario de Medio Ambiente de Bucaramanga, subrayó que para esta fecha también se citó a la Corporación Autónoma Regional para la Defensa de la Meseta de Bucaramanga, Cdmb, así como al Área Metropolitana de Bucaramanga, AMB. Cada entidad debe presentar los resultados de las mediciones que efectúan con sus propios equipos de monitoreo.
“A raíz de estos informes vamos a comenzar a evaluar las alternativas de choque inmediato. Seguramente ese día daremos a conocer las medidas de contingencia, o si por el contrario los datos no ameritan ese tipo de implementaciones. No estamos pensando en la idea de un pico y placa general, sino de uno alterno para tráfico pesado, motos de dos tiempos y cuatro tiempos, y particulares. Se haría de lunes a viernes, por horarios”, aclaró el funcionario.
No obstante, se le haría seguimiento a las fuentes fijas que también emiten partículas contaminantes y olores ofensivos.
Justo sobre esto último, Sarmiento Sierra dijo que “los olores ofensivos es un tema que no le hemos dado tanta relevancia, aunque también está relacionado con calidad del aire. Bucaramanga sigue teniendo problemas graves de olores ofensivos. Realmente queremos atacar todas las causas porque tenemos claro que esto ya no es un tema de efecto y de momento”.
Vanguardia pudo establecer que el Municipio, además de lo anunciado, viene trabajando en un Plan de Gestión Integral de Calidad del Aire.
Mediciones
Cabe destacar que la propuesta de implementar una restricción vehicular en la ciudad como actualmente sucede en Bogotá y el Valle de Aburrá se debe, en gran medida, a los resultados emitidos a través de las cinco estaciones que conforman el Sistema de Vigilancia de Calidad de Aire, del AMB.
Las mediciones, durante los primeros ocho días de marzo, determinaron que las concentraciones de material particulado PM 2,5 aumentaron considerablemente en Bucaramanga, Girón y Floridablanca. Incluso superando el nivel máximo permisible de PM 2,5 para un tiempo de exposición de 24 horas, que según resolución 2254 de 2017 del Ministerio de Ambiente, tal concentración debe ser de 37 microgramos por metro cúbico. En la región se ha llegado hasta 82 microgramos por metro cúbico.
Lo que más llamó la atención entre las autoridades locales y ambientales es que el sábado 7 de marzo, los sectores de Santa Cruz en Girón, Lagos I en Floridablanca y San Francisco, Lagos del Cacique y Ciudadela Real de Minas en Bucaramanga, donde están instalados los equipos del AMB, marcaron un rango de dañino a la salud de toda la población en general.
El ingeniero Óscar Rojas Figueredo, adscrito al Grupo de Calidad del Aire del AMB, informó que los resultados fueron trasladados a las oficinas de Gestión del Riesgo de cada municipio, en virtud de la suspensión del ejercicio de autoridad ambiental que pesa sobre la entidad, con el fin de que se adopten las medidas necesarias.
“Estamos viviendo el mismo estado de alerta que presenta Bogotá y Medellín. El comportamiento de la meteorología desfavorece la dispersión de contaminantes y hace que se aumenten las concentraciones, aunado a ello están los incendios forestales que también influyen en estos registros”, sostuvo el ingeniero.
Efectos en la salud
A propósito del tema, Vanguardia consultó a Iván Solarte Rodríguez, neumólogo Pontificia Universidad Javeriana - Hospital Universitario San Ignacio, quien aseguró que la contaminación atmosférica es un problema de salud pública que cobra gran importancia en el mundo.
Según el experto, la concentración de partículas contaminantes aún en niveles permitidos puede producir efectos dañinos en la salud de las personas, como infección respiratoria aguda, incluyendo exacerbaciones de asma y enfermedad pulmonar obstructiva crónica, y ataques agudos de enfermedad coronaria. A largo plazo, se le relaciona con el desarrollo de asma, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, enfermedad coronaria, enfermedad cardiovascular y cáncer.
“La contaminación del aire tiene varios efectos en la salud, porque esas partículas entran en el pulmón y de ahí a la circulación. Son partículas que producen una serie de reacciones inflamatorias, también disminuyen la función pulmonar y la oxigenación. Los contaminantes del aire tienen componentes muy dañinos para la salud”, explicó.
No obstante, el neumólogo confirmó que cuando se presentan episodios -como lo que se están viviendo actualmente en el área metropolitana de Bucaramanga- se aumentan las enfermedades respiratorias.
Para explicar lo anterior citó un estudio que se realizó en Bogotá con menores de edad. “Demostramos que por cada incremento de 10 microgramos por metro cúbico de las partículas (PM 2,5) había un aumento en consultas y hospitalizaciones por enfermedades respiratorias en niños. Aunque ese estudio se hizo en Bogotá y fue con una muestra muy pequeña, en todo el mundo se ha demostrado que después de picos de contaminación hay incremento en los síntomas respiratorios, consultas por enfermedades respiratorias y en las hospitalizaciones”.
En ese sentido, para prevenir cualquier afectación en la población, considera que lo ideal es que las entidades gubernamentales tomen medidas para reducir la mala calidad del aire, debido a que los principales contaminantes son las industrias, los camiones de carga y los buses que no utilizan combustibles limpios o amigables con el ambiente.
Dado a que hacer esa transición no es un tema fácil y rápido, se le sugiere a las personas con enfermedades respiratorias, especialmente niños y adultos mayores, abstenerse de hacer actividad física al aire libre o estar expuestos por largos periodos de tiempo, especialmente cuando los índices de calidad de aire superan los límites permisibles.
¿Qué dice la OMS?
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, OMS, el 90% de las personas de todo el mundo respiran aire contaminado.
Además, se estima que el 40% de las muertes que se producen cada año debido a la contaminación del aire en espacios cerrados y abiertos es por cadiopatías isquémicas; el 40% por accidentes cerebrovasculares; el 11% por neumopatía obstructiva crónica; el 6% por cáncer de pulmón; y el 3% por infección aguda de las vías respiratorias inferiores en los niños.
Esto quiere decir que cuando los territorios reducen los índices de material particulado en la atmósfera también disminuyen los accidentes cerebrovasculares, enfermedades del corazón, cáncer de pulmón y enfermedades respiratorias crónicas o agudas.
DATO: Instituto Nacional de Salud, INS, reveló en un estudio presentado hace más de un año que al menos 15 mil muertes anuales se producen en Colombia por efectos de contaminación del aire.
