Comprometidos con la verdad
Claudia Alejandra Gómez Aceros es una emprendedora y estudiante de mercadeo de 30 años de edad, residente en el Norte de Bucaramanga. Es madre de una pequeña niña.
El pasado lunes festivo, 22 de mayo, mientras se transportaba en el bus padrón N° 1043, que cubría la ruta RDN, Ruta Directa Norte, desconocidos atacaron con piedras el vehículo.
“Me subí en el bus de Metrolínea en Cañaveral. Iba hasta el Portal del Norte. Eran cerca de las 5:50 de la tarde cuando el vehículo llegó hasta el sector conocido como ‘Olitas’ (ubicado en el Norte de Bucaramanga). Unos vándalos lanzaron una piedra contra el bus. Desafortunadamente la piedra impacto en mi ojo derecho”, narró.
Claudia Alejandra afirmó que tras el golpe se sintió mareada y como pudo sujetó a su hija de tres años. Pidió ayuda a su hermana y a otra mujer que también se movilizaban en el bus padrón.
Cuando el conductor ingresó al Portal del Norte, la mujer perdió el conocimiento. Como pudieron la recostaron en una silla de cemento, que hace parte de la infraestructura de dicha estación.
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La hermana de la víctima denunció que “el conductor se comunicó con el abogado de Metrolínea, pero le dijo que como no se trataba de un accidente de tránsito no la podían atender. Ni siquiera le podían brindar los primeros auxilios o podían apoyarla con un servicio de ambulancia. Le aseguraron que debía llegar por sus propios medios hasta un centro de salud”.
Entonces llamaron a la Policía, pero tampoco llegó. La hermana de Claudia se comunicó con una tía para que recogiera a la menor de edad. Ellas se movilizaron en un taxi hasta la EPS Sanitas, ubicada en el barrio Bolarquí.
“Llegué al lugar inconsciente, sangrada y vomitando. De lo mal que me vieron, me remitieron a la Clínica Foscal de Floridablanca”, explicó.
Gómez Aceros estuvo internada por cerca de tres días en el centro asistencial. Especialistas le comunicaron que el golpe con la piedra fue tan fuerte que perdió su ojo derecho.
No ha podido denunciar
Tras salir de la clínica, el pasado viernes, Claudia Alejandra Gómez se acercó hasta el CAI de la Policía de La Virgen, pero allí le aseguraron que no le podían recibir la denuncia. ¿La razón? Pasaron 72 horas desde el ataque.
Ese mismo día se dirigió hasta la sede de la Fiscalía General de La Nación, pero afirmó que allí le informaron que debería volver el próximo lunes para instaurar la denuncia.
La mujer dijo que el único que ha estado llamando de manera constante es el jefe jurídico de Metrolínea, pero dicho funcionario no tendría competencia en el caso. Claudia pide justicia para su caso y solicita que las personas que viajaban con ella en el bus el día del ataque le ayuden y se acerquen hasta la Fiscalía para que le sirvan como testigo.
Sería un intento de robo
No es la primera vez que un ataque como estos se reporta en el sector de ‘Olitas’, en el Norte de la ciudad.
Según reportes de la comunidad, un grupo de jóvenes se ubica a diario a orillas de la carretera y lanza objetos contundentes contra los vehículos para que se detengan. Una vez ocurre, ellos puedan robar a sus ocupantes.
Tal fue el caso de un conductor de un vehículo particular a quien le robaron el teléfono celular luego de que se detuviera a revisar quién le había roto un vidrio con una piedra.
Habitantes de la zona denunciaron que además de piedras, los presuntos atacantes lanzan agua, orines y hasta excrementos a quienes transitan por el sector.
La víctima del ataque con la piedra indicó que en el lugar se encuentra una cámara de vigilancia, además de las que están instaladas en el Portal de Metrolínea.
“En ese lugar falta vigilancia y presencia de la Policía. Todos saben lo que allí pasa y nadie hace nada. No quiero que algo como esto vuelva a ocurrir”, aseveró Gómez Aceros.
Claudia Alejandra confesó que tras el ataque sale con miedo a la calle y está tratando de asimilar que no volverá a ver por su ojo derecho. Además, sostuvo que su pequeña hija se despierta llorando y vuelve a preguntar qué pasó con la salud de su mamá.
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Ataques a Metrolínea
Voceros de Metrolínea sostuvieron que en lo que va corrido del año se registraron tres ataques a buses de Metrolínea en las rutas AN1, AN2 y RDN, todas en el Norte de Bucaramanga.
Asimismo, el pasado 27 de abril, en encapuchados que protestaba al interior de la UIS salieron y se tomaron un bus padrón de Metrolínea y obligaron al conductor y pasajeros a bajarse. El Sistema Integrado de transporte Masivo contabilizó este ataque como “secuestro”.
A través de un comunicado, Metrolínea hizo un llamado a los ciudadanos para “no atacar los vehículos e infraestructura del Sistema, debido a que cada vez que se ataca un bus éste debe ir a patios para hacer el arreglo pertinente, lo que genera que este vehículo salga de operación y se afecte el servicio en cuanto a mejor frecuencia y disponibilidad de flota. Por ello solicitamos cuidar los buses y no atacarlos, pues al registrarse esta situación también pueden terminar afectados los usuarios o el operador.
Durante 2020 se registraron más de 60 ataques a buses de Metrolínea en el área metropolitana de Bucaramanga.
