La Alcaldía sostiene que todos los días salen cuadrillas de la Sección de Mantenimiento rumbo a los barrios, para hacer las debidas reparaciones.
Una simple salida nocturna hasta la tienda de la esquina o a la casa del vecino genera una sensación de inseguridad. El tema se complica si se tiene en cuenta que el alumbrado público, en muchas zonas de la ciudad, no funciona.
La verdad es que una calle mal iluminada es sinónimo de inseguridad. ¡Y no es para menos! La oscuridad es un escenario ideal para los asaltos, la venta de drogas alucinógenas y la misma violencia.
De manera desafortunada, en Bucaramanga muchas farolas se encuentran ‘fuera de foco’, entre otras cosas, por los constantes robos de los cables y de las mismas bombillas. Este delito, según la propia Policía Metropolitana de Bucaramanga, se está convirtiendo en “el caldo de cultivo de los asaltos callejeros”.
“La penumbra es aprovechada por los delincuentes para cometer hurtos y, sobre todo por los consumidores de droga, quienes hacen de las suyas tras la deficiencia del servicio del alumbrado público”, dijo el líder popular Luis Alberto Estupiñán.
Aunque la Alcaldía de Bucaramanga sostiene que al año invierte cerca de $5 mil millones en el mantenimiento de estas áreas y al menos seis cuadrillas recorren la ciudad a diario para hacer las debidas reparaciones, las ‘tinieblas’ se han apoderado de vías importantes de la capital santandereana.
Docenas de ciudadanos han manifestado su inconformidad porque los desperfectos en las farolas públicas van en aumento.
Los alrededores de Cabecera del Llano, el sector de Portón del Tejar, la Calle 45, la urbanización Conucos, el área que borda al Viaducto La Flora, entre otras arterias vehiculares, son las zonas en donde más desperfectos se detectan.
Tras un recorrido hecho de noche por este diario, se encontraron cerca de 160 farolas descompuestas, las cuales están distribuidas en solo 15 cuadras.
Claro está que hay otras zonas como la Diagonal 15, la antigua vía al Mutis, el Centro, la vía a Matanza y el sector de El Bueno, por mencionar solo unos trayectos más, en donde la oscuridad ‘reina’ a sus anchas.
De acuerdo con el secretario de Infraestructura Municipal, Iván Vargas, la Oficina del Alumbrado Público tiene bajo su responsabilidad el control de las cerca de 50 mil bombillas que hay instaladas en todas las calles de la capital santandereana.
“Somos conscientes de que las bombillas se funden y que además el robo de cable afecta la prestación del servicio. Yo insto a la comunidad a que reporte los casos en donde sea necesaria una pronta reparación”, añadió.
Aseguró que en la Alcaldía están habilitadas dos líneas, en las cuales la comunidad puede reportar los desperfectos: se trata del teléfono 6525252 y el whatsapp 3143600304.
“Además, avanza en un 90% todo el proyecto de modernización de las lámparas de sodio a Led”.
“La idea es generar entornos más seguros, amables y atractivos al servicio de los ciudadanos. Las comunas más beneficiadas con este proyecto son la 12, 13, 14, 15 y 17”, agregó.
“El propósito es la modernización del alumbrado público con los más altos estándares de calidad”, agregó.
“La inversión asciende, con el suministro de materiales y la respectiva instalación, a los $9.000 millones. Además, este proceso se encamina hacia un modelo de ciudad inteligente real y eficiente”, complementó el Secretario de Infraestructura de Bucaramanga.