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Bucaramanga
Martes 18 de agosto de 2020 - 12:00 PM

La producción de miel en Santander: un dulce proceso de paciencia

Gracias a la variedad de flora y climas que caracterizan el departamento, la apicultura es una técnica que se facilita en gran parte de los terrenos santandereanos. Charalá, Oiba, Socorro y San Gil, son algunos de los principales municipios productores del oro dulce de Colombia.

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Suministrada/VANGUARDIA
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Esta actividad dedicada a la crianza de las abejas, la iniciaron los socios Jenny Velasco y Carlos Pérez en el municipio de Charalá. Estos dos profesores incursionaron en la venta de los productos apícolas, no solo como recurso económico sino para preservar las abejas y aprovechar el gran beneficio que aportan al medio ambiente.

Su emprendimiento se llama 'Miel Pienta', en honor a la Batalla de Pienta ocurrió en la década de los 80 y también al río que recibe el mismo nombre.

“Iniciamos la idea en Charalá, debido a las problemáticas ambientales vimos la posibilidad de producir miel y ha sido un proceso de aprendizaje y enriquecimiento”, afirmó Carlos Pérez.

En este municipio tienen 50 colmenas ubicadas en la vereda 'Santa Rosa' y además, en la actualidad trabajan para establecer otro punto en Bucaramanga donde se encuentran haciendo las respectivas pruebas con 10 colmenas.

“Estamos ubicados en la parte de los cerros orientales, cerca de Río Chiquito, el apiario se llama El Olivo y esperamos las primeras cosechas en diciembre”, agregó Jenny Velasco.

La miel, el polen y el propóleo, son los productos que se distribuyen en Bucaramanga y los precios varía entre 13 mil y 20 mil pesos.

El poder de las abejas

“En Colombia salen dos cosechas al año, una a mitad del año y la fuerte que comienza desde septiembre hasta diciembre. Las abejas recogen néctar en toda la zona que luego llevan a la colmena y la depositan en los panales. Una vez alcanzan los niveles máximos de miel, lo que hacen es sellar con cera cada orificio para protegerlas. Como hay tanta floración, la reserva de miel aumenta mucho y el apicultor recoge esos cuadros o panales y extrae la miel ”, descrito Pérez.

De esta manera, la cera es quitada de la superficie y con una máquina centrífuga, la miel sale disparada en las paredes del recipiente donde se recolecta.

Por otra parte, para adquirir el polen, se instalan unas trampas para que cuando las abejas entren a la colmena, pasen a través de unos orificios que impiden que la totalidad del polen que llevan en sus patas, entre a la colmena. El polen cae en un depósito donde se recolecta semanalmente.

Para Velasco, el polen es “un alimento proteico que tiene muchos beneficios, entre ellos es antioxidante, refuerza el sistema inmunológico, mejora la visión y es energizante. Se puede tomar con jugos o cereales ya que son gránulos que facilitan la combinación con otros alimentos. Se vende en su estado natural y solo tiene un proceso de secado donde se retira la humedad ”.

Además, debido al contenido de proteína y aminoácidos que posee, el polen es necesario para el funcionamiento de la colmena.

El propóleo es otro de los alimentos reconocidos por sus propiedades. “Está compuesto por la sabia que recogen las abejas de los árboles y la procesan para proteger la colmena. Se recolecta, se le da un proceso de extracción por solventes donde se utiliza alcohol alimenticio al 96% para hacer un lavado y obtenemos un extracto de propóleo al que se le agrega eucalipto y miel ”, mencionó Pérez.

Esta mezcla de ingredientes naturales ayuda a combatir el cáncer, las heridas, quemaduras, funciona como desparasitante, y además protege al sistema inmunológico contra las gripes.

La pandemia también dificultó la distribución de sus productos, “sí hubo disminución de ventas porque estaba cerrado las vías lo que impidió que trajéramos con regularidad la mercancía. Sin embargo teníamos algunas reservas de miel en Bucaramanga que nos sirvió para seguir prosperando ”, indicó Velasco.

'Miel Pienta' es un emprendimiento santandereano que sigue luchando por brindar productos de calidad a los bumangueses, “nos han vendido el pensamiento erróneo de que cuando la miel se cristaliza no es pura, sin embargo es una muestra de que realmente lo es pues la formación de cristales se debe a que en ciertas temperaturas el azúcar natural de la miel se solidifica ”, aseguró Pérez.

La pasión por las abejas y el impacto esencial que tienen como polinizadoras, motivan día a día a estos profesores para seguir utilizando sus recursos pero, además, a garantizar su permanencia en las tierras santandereanas.

Este tema hace parte de sus cátedras en los originales colegios donde se encuentran. “Los alumnos deben entender que son animales muy importantes para el medio ambiente y que sin ellos no tendríamos alimentos que consumir”.

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Publicado por Camila García

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