Ni los ‘plantones’ ciudadanos, ni las marchas, mucho menos los cabildos abiertos y demás peticiones instauradas por los residentes en Cabecera han sido suficientes para que la seguridad y el orden regresen a este emblemático sector de la capital santandereana.
Los allí residentes denunciaron que la tranquilidad y la dinámica de comercio formal organizado, que existían en años anteriores, se perdieron.
Por eso, durante la noche del pasado sábado, varias personas recorrieron las calles de la Comuna 12 exigiendo la debida atención oficial.

Según los reclamos de los ciudadanos, en Cabecera hoy se permiten constantes ventas ambulantes e invasiones del espacio público; existen diversos puntos de microtráfico, los cuales se evidencian en la permanente venta de drogas alucinógenas; hay mendigos que convierten sus calles en improvisados dormitorios; se produce un ruido excesivo, producto de la no insonorización de las tabernas; además de las improvisadas casas de lenocinio que existen, las cuales están camufladas como salas de masaje.
Sergio Angulo Prada, uno de los vecinos del sector, les exigió a las autoridades “mayor vigilancia, respeto y tranquilidad para nuestro vecindario”.
Agregó que “en puntos como la carrera 33, entre las calles 45 y 52, las ventas callejeras se multiplicaron”.
Igualmente, con frecuencia, los habitantes del sector reportan traumatismos viales en corredores como las carreras 30 y 35, debido a vehículos que son parqueados de forma indebida.
Sobre la falta de controles para el ruido excesivo, aseguró que existe “una gran afectación de negocios formales e informales con perifoneos y parlantes, así como bares que funcionan también como discotecas sin ningún aislamiento sonoro”.

Los líderes cívicos del barrio Cabecera le exigieron a la Administración Municipal “operativos de verificación en los establecimientos comerciales, sobre todo en zonas como la neurálgica ‘Cuadra Play’, en donde las riñas y los desórdenes se presentan todas las noches, de manera especial durante los fines de semana”.
“Hay bares que no cuentan con el debido sistema de insonorización que exige la ley o que simplemente no lo están utilizando como debe ser”, reiteró Angulo Prada.

“También se ven mesas y sillas de esos negocios sobre aceras y calles, multiplicando las usurpaciones del espacio público”, añadió.
Y agregó que, “como si fuera poco, en lo que va del presente año, el sector de Cabecera viene siendo afectado por bandas delincuenciales organizadas”.
“Por otro lado, no podemos recorrer las calles, so pena de ser víctimas de asaltos a mano armada y ante la mirada permisible de la Policía. Incluso ya se han registrado asesinatos”, manifestó un habitante de un edificio de Cabecera, quien pidió la reserva de su nombre.
La Alcaldía responde

Ante las denuncias, Saharay Rojas Téllez, jefe de Gobernanza del Municipio, recordó que hace poco se citó a un Consejo Metropolitano de Seguridad para revisar medidas de seguridad en la zona.
“Creamos un grupo interdisciplinario solo para Cabecera, en donde participan todas las autoridades de control”, añadió.
Argumentó que la idea de las acciones oficiales, “le apuntan a cinco frentes específicos: 1. Recuperar el espacio público; 2. Hacer operativos de ruido e insonorización; 3. Realizar el control de usos de suelo y construcciones; 4. Reforzar la seguridad con presencia de Policía y Ejército nacional; y 5. Definir normas de convivencia, venta de licor y cuidado de espacios, entre otras actividades de la zona”.
“En menos de una semana se han realizado dos sellamientos a establecimientos de comercio sin uso de suelo y por incumplimiento del horario, así como los cierres de obras que incumplen licencias”, anotó.
“El Gobierno ha emprendido la recuperación del espacio público sobre la calle 48, entre carreras 33 y 35A. Las autoridades han hecho presencia en esa área”.
“Lo anterior sin contar que lideramos estrategias para contrarrestar la congestión vehicular. Todo lo anterior obedece a impactar en los factores generadores de la intranquilidad del vecindario”, puntualizó Rojas Téllez.