Cundinamarca con 14.654 registros, Antioquia con 12.857, Valle del Cauca con 6.977 y Santander con 4.185, se convirtieron en los departamentos con el mayor número de motocicletas nuevas matriculadas durante el segundo mes del año.
Con base en la información entregada mediante la alianza Andi-Fenalco, lo que hace este número es revelar un crecimiento del 148,2% frente al mismo periodo de 2021 y del 28,4% respecto a 2020, tan solo en territorio santandereano.
En el acumulado nacional, desde enero de 2019 a febrero de 2022, se evidencian 134.440 registros de motocicletas nuevas con un crecimiento del 24,7% respecto al mismo periodo del 2020 y un aumento del 35,6% respecto a 2021.
De acuerdo con el informe de las dos agremiaciones, más de 10 millones de motociclistas junto con sus familias representan el 60% de las matrículas de vehículos del país. Además, el 61,1% de quienes adquirieron este tipo de vehículos pertenecen a estratos 1 y 2. El 95,5% usa la motocicleta para transportarse o para trabajar.
Por municipios y/o ciudades, se pudo establecer que Girón se mantiene en el ‘top 10’.
Registro en el área
Este crecimiento de motocicletas se revela justo en medio un momento crítico en el que, en repetidas ocasiones, se le ha solicitado a las autoridades establecer algún tipo de restricción para este tipo de vehículos, ya que es uno de los medios más utilizados para promover el transporte informal y para cometer actos delictivos.
A 31 de diciembre de 2020, el área metropolitana contaba con 760.746 registros, de los cuales el 61% fueron motocicletas.
Es decir, hasta el primer año de la pandemia se alcanzaron a tener en Bucaramanga, Floridablanca, Girón y Piedecuesta 462.996 motocicletas que si se colocaran una tras otra, en fila, alcanzarían un longitud de 926 kilómetros aproximadamente, que es casi que la distancia que hay entre la capital santandereana y la capital del Putumayo.
La Subdirección de Transporte del Área Metropolitana de Bucaramanga, AMB, indicó que entre 2016 y 2020, el incremento del parque de motocicletas fue de 94.790, de las cuales el 77% fueron matriculadas en Girón, el 9% en Bucaramanga, el 6% en Piedecuesta y el 8% en Floridablanca.
Sin embargo, lo que más llama la atención para esta entidad es que mientras en el 2008 se tenían 110 mil motocicletas matriculadas en el área, en el 2020 la cifra ya superaba las 462 mil; lo que quiere decir que por año el crecimiento promedio llegó a ser del 14%.
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¿Cuántos motos hay por ciudadano?
A propósito del tema, el AMB ha encontrado que en el territorio metropolitano se presenta fenómenos como la atomización de registros en una persona. Esto lo que quiere decir es que en Bucaramanga hay tres personas con más de 21 motocicletas, en Floridablanca hay una persona con 32 motocicletas y en Girón hay 13 personas con más de 21 motocicletas.
A esto se suma que en el territorio hay más de 18.300 motocicletas registradas a persona indeterminada. Y hay más de 6.270 personas con más tres de motocicletas a su nombre matriculadas en Bucaramanga, Girón y Floridablanca, cifra que corresponde a 22.551 vehículos de este tipo, de los cuales 3.283 propietarios no están registrados en las bases del datos de la Dian.
Se volvió una oportunidad de empleo y movilidad
El ingeniero Luis David Arévalo Durán, presidente de la Sociedad Santandereana de Ingenieros y experto en vías y movilidad, considera que el grave problema del crecimiento exponencial del parque automotor es que Bucaramanga está soportando todos los vehículos que tienen entrada desde los otros municipios.
Y son los motociclistas, quienes tienen mayor participación. Lo preocupante del tema es que muchos de estos afectan la movilidad con un alto grado de incultura, que termina siendo muy riesgoso.
“Considero que las secretarías y direcciones de tránsito, especialmente la de Bucaramanga, tiene que hacer algo frente a esto. Acabar con la motocicleta es un tema muy complejo, no se puede hacer de la noche a la mañana, y menos cuando no hay una política de empleo en el país. La motocicleta llegó para quedarse y ha servido muchas veces para el empleo informal de mucha gente que no tiene oportunidades y lo que hacen es acudir a lo más fácil que es comprar una motocicleta”, opinó.
Arévalo Durán también justifica esta desproporción en la adquisición de motocicletas, como una solución de movilidad. Es decir, “como el transporte público colectivo y Metrolínea no funcionan bien, la gente -sobre todo la más joven- busca transportarse de un sitio a otro de la manera más rápida. Entonces aquí lo que se debe hacer es tratar de recuperar el transporte público”.