La Veeduría Ciudadanía Activa Santandereana denunció que la Corporación Autónoma Regional para la Defensa de la Meseta de Bucaramanga, Cdmb, debe ejercer inspección, control y vigilancia sobre los vertimientos que están haciendo los mineros ilegales en Soto Norte y que están afectando considerablemente la cuenca hídrica de la quebrada La Baja y el río Suratá.
Al tiempo comunicó que estas actividades de extracción de oro, sin cumplir con los requerimientos de ley, “son propiciadas por la alcaldesa de California, Genny Gamboa”, a quien precisamente en mayo pasado la Procuraduría General de la Nación le abrió investigación por presuntas omisiones, al permitir prácticas mineras contrarias a la ley, las cuales han derivado en la contaminación de corrientes de agua con las que se alimenta el acueducto que abastece a Bucaramanga y su área metropolitana.
Ramiro Vásquez, coordinador de esta Veeduría, le dijo a Vanguardia que no es posible que sobre este problema se culpen a empresas como, por ejemplo, Minesa cuando ni siquiera su proyecto está en marcha.
Este veedor ciudadano fue el que puso ‘el dedo en la llaga’, cuando en mayo pasado publicó un documento denunciando la alta concentración de mercurio en el río Suratá, sin que la población se hubiera enterado, debido a que las entidades guardaron silencio absoluto.
A su consideración, el manejo de este tema no es para generar pánico y decir que el Acueducto Metropolitano de Bucaramanga está entregando agua contaminada a quienes se encuentran en la zona urbana de Floridablanca, Girón y, por supuesto, la capital santandereana, que son los tres municipios donde la empresa tiene cobertura.
“El Acueducto Metropolitano de Bucaramanga cumple con su deber de tratar y suministrar el agua con las normas técnicas. La empresa nos invitó para que el próximo jueves 8 de agosto se realice una visita a la planta de tratamiento para mostrarnos el procedimiento del agua: cómo la reciben, cómo la tratan y cómo la entrega”, anotó.
Cabe destacar que los episodios de contaminación han sido denunciados solo por esta Veeduría y el Acueducto Metropolitano de Bucaramanga.
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El último pronunciamiento oficial de empresa de servicios públicos fue el 29 de julio cuando indicó que se había suspendido la captación de agua desde el río Suratá, luego de detectarse que, por cada litro de agua, se tenían 163 UG HG/L (microgramos de mercurio por litro de agua), cuando el máximo permitido son 2 UG HG/L. Frente al histórico, desde 2010, este ha sido el episodio más crítico hasta el momento.
Uno muy similar sucedió el 23 de febrero, cuando se registraron 100 UG HG/L (microgramos de mercurio por litro de agua. Siendo estos dos registros, los más altos hasta el momento.
“Los habitantes que están alrededor de la quebrada La Baja y del río Suratá sí están siendo perjudicados, porque están consumiendo agua contaminada. La Alcaldía de Bucaramanga es permisiva también y nunca ha llevado una asistencia a esos habitantes que están en la Comuna 2 y que también utilizan este recurso hídrico contaminado para el riego de sus cultivos, para darle de beber a sus animales”, concluyó.
Actualmente, la Procuraduría General de la Nación adelanta unas mesas de trabajo, con la que se avanza en la eliminación del mercurio de la contaminación en el río Suratá.