Comerciantes y habitantes de Bucaramanga marcharon en las calles para rechazar los actos de violencia y vandalismo registrados en medio del paro nacional. Los ciudadanos manifestaron los perjuicios sufridos a raíz de los daños ocasionados.
Con mensajes como “Mentes y corazones sin bloqueos” y “Es construyendo, no destruyendo”, este lunes se desarrolló en completa tranquilidad la Marcha del Silencio que se convocó por parte de comerciantes y habitantes de Bucaramanga.
Alejados de cualquier tipo de incitación, quienes asistieron a dicha actividad hicieron emotivos llamados de paz y reconciliación para limar las asperezas que han resquebrajado la unión de la sociedad colombiana.
Representantes de los gremios locales expresaron su voluntad para la creación de espacios de diálogo con representantes de los jóvenes y universitarios, con el fin de abordar sus demandas y necesidades desde ámbitos legales, y no a través de las vías de hecho.
Comerciantes y comunidad bumanguesa que participaron en la Marcha del Silencio dejaron en claro que no se oponen a las protestas, e indicaron que su molestia y rechazo existe contra los actos violentos, vandálicos y los bloqueos viales.
En la tarde de ayer también se registró otra movilización pacífica en las afueras de la Alcaldía de Bucaramanga, por parte de comerciantes y trabajadores del sector calzado, quienes rechazan recientes ajustes tributarios adoptados por el Municipio. (Ver recuadro)
Los perjuicios
Desde que se iniciaron las manifestaciones en el marco del paro nacional en Bucaramanga y su área, se han reportado graves daños en al menos 20 estaciones de Metrolínea, incluso se tuvo que suspender el servicio en dos de ellas debido a los destrozos ocasionados.
Las directivas del Sistema de Transporte Masivo estiman que las afectaciones superan los $1.500 millones en costos de reparación.
“Las protestas que aparentemente son pacíficas, pero que terminan en incendios y que infunden miedo en los ciudadanos, terminan atacando y perjudicando a los comerciantes y a la clase trabajadora. Cada vez que hay marchas el Centro queda solo. Se han perdido muchos empleos. Hablamos de platos de comida y de miles de vidas de hogares humildes que están en riesgo. Si la gente no vende, la gente no come”, manifestó Iván Leal, comerciante del Centro de Bucaramanga y presidente de la Junta de Acción Comunal del barrio García Rovira.
La marcha de ayer partió desde la Puerta del Sol pasadas las 10:00 a.m. y avanzó por la carrera 27, en donde los manifestantes ocuparon solamente un carril para permitir así el flujo vehicular. Posteriormente la actividad culminó con un plantón pacífico en la Plaza Cívica Luis Carlos Galán Sarmiento.
Alejandro Almeyda, director Ejecutivo de Fenalco Santander (Federación Nacional de Comerciantes), en medio de la movilización de este lunes reportó que “más de $256 mil millones se han dejado de vender en los últimos 31 días. Los daños al comercio suman más de $3.500 millones en pérdidas, solamente por afectaciones en fachadas. Son estadísticas del departamento, de las cuales 86% representan al área metropolitana de Bucaramanga.
“No marchamos en contra de los estudiantes, ni estamos marchando en favor del gobierno, simplemente nos movilizamos para que se implemente el diálogo, para que haya paz, para que los comerciantes podamos trabajar, para que se desbloqueen las vías y cese la violencia” agregó este líder gremial.
“Queremos reactivar la economía”
Los cientos de bumangueses que marcharon este lunes también elevaron plegarias para que cesen los actos de destrucción, y para que se permita la operación del comercio sin atentar contra fachadas o instalaciones.
“No queremos más violencia, queremos paz, conservar los empleos formales y salvaguardar la salud en medio de esta pandemia. Buscamos que haya reactivación económica. Hay otros medios para expresar el inconformismo, como por ejemplo las elecciones que se aproximan, en ese momento tenemos que elegir bien”, expresó Rafael Mendoza, vocero del sector grastronómico en Bucaramanga.
Manifestó el sector calzado
Pasadas las 2:00 p.m. varios trabajadores y comerciantes de calzado y marroquinería se congregaron en las afueras de la Alcaldía de Bucaramanga, en un plantón pacífico que se prolongó por más de una hora.
La molestia radica en ajustes tributarios que fijó el Gobierno Local a través del Decreto 0038 de 2021.
La Corporación para el Desarrollo de la Industria del Calzado en Santander, Cordeincals, manifestó que “a las empresas del régimen común el tope de 20 mil UVT nos vuelve automáticamente grandes contribuyentes, y por los costos y la baja utilidad nos es imposible llegar a este régimen contributivo. En tal virtud solicitamos sea aumentado este tope a 80 mil UVT”.
La Alcaldía de Bucaramanga informó que desde hace un mes se adelantan negociaciones con líderes gremiales y de los diferentes sectores comerciales, y precisó que a través de dichos espacios ya se lograron acuerdos.
“Dentro de los beneficios de este acuerdo se resalta el descuento del 50% de tarifa; a su vez se formularán beneficios con enfoque a la generación de empresas de personas de los 18 a los 28 años y madres cabezas de hogar. Ampliaremos el beneficio de cartera reduciendo el 100% de sanciones, el 100% de interés y el 20% de capital hasta diciembre y además decretamos régimen transitorio para que ningún contribuyente sea sancionado”, precisó Saharay Rojas, secretaria de Hacienda de la Alcaldía de Bucaramanga.
