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Bucaramanga
Martes 22 de noviembre de 2022 - 12:00 PM

Qué debemos hacer para salvar los páramos Análisis

Una de las preocupaciones de los asistentes a la primera Cumbre de los Páramos gira en torno a la protección de estos ecosistemas. Vanguardia habló con algunos de los asistentes y autoridades ambientales que participaron de la segunda jornada de esta cumbre.

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 Diego Calderón León / VANGUARDIA
Diego Calderón León / VANGUARDIA

Diego Calderón León / VANGUARDIA

La pregunta fue extendida a algunas autoridades y asistentes al evento, organizado por la Alcaldía de Bucaramanga.

Tener en cuenta a la comunidad en la toma de decisiones con relación a las zonas naturales protegidas es uno de los principales argumentos que, según algunos de los asistentes, se debe tener en cuenta como insumo fundamental.

Esto dijeron los asistentes

Daniel Badillo Mojica es vicepresidente de la Sociedad Ornitológica de la Oriente Andino, Sonora, y participó de este encuentro. Frente a las acciones necesarias para garantizar el cuidado del páramo, Badillo Mojica menciona que es importante que exista un mayor respaldo por parte del Gobierno a políticas que permitan la conservación de los ecosistemas.

Sin embargo, Badillo Mojica dice que es trascendental que esos procesos de delimitación y protección tengan en cuenta a las comunidades que habitan esas zonas. “Es importante que esas acciones vayan de la mano con la comunidad. Ellos pueden rechazarlas porque no han sido tenidos en cuenta. La gente de esas zonas es la que tiene que validar esa protección”, y añade: “para nosotros en la ciudad es muy fácil decir ‘debemos proteger’. Pero no interactuamos con las comunidades paramunas, no sabemos lo que ellos quieren”.

Rosalba Gélvez Hernández participó de la jornada exponiendo uno de sus emprendimientos con proyectos productivos con cultivos de mora en el municipio de Charta. Desde hace unos años, Gélvez Hernández destaca que es necesario que se apoyen más iniciativas como las que ella ha podido sacar adelante para “empoderar a las mujeres campesinas económicamente y conservar el medioambiente”, dice ella. Asimismo, añade que como habitante de la zona es importante se realicé un proceso “integral”. “Esperamos que sea una delimitación integral con las comunidades que vivimos cerca de los páramos, para que se nos tenga en cuenta. Vivimos prácticamente en el olvido”, dice Rosalba

Una experiencia desde Costa Rica

Meryll Arias Quirós es directora de una de las once zonas protegidas por Sistema Nacional de Áreas de Conservación de Costa Rica, Sinac. Ella es la responsable de la zona central de ese país centroamericano que, en total, cuenta con 15 mil hectáreas de páramo.

Desde su experiencia, Arias Quirós destaca que, hasta el momento, les ha funcionado una combinación de decisiones nacionales para conservar las zonas naturales, junto a la integración de la comunidad.

La protección de las zonas está a cargo del Gobierno. Ante la limitación de ejercer alguna actividad económica en esas zonas de conservación, las comunidades se sentían excluidas y empobrecidas. Con las modificaciones legales, esa realidad empezó a variar, según Arias Quirós, gracias a que se abrieron concesiones de servicios no esenciales o de turismo mediante licitación.

Es decir, se abrió la posibilidad de realizar actividades turísticas en esas zonas bajo ciertos parámetros que permitieron la participación de la comunidad que habita las zonas aledañas a las áreas de protección.

Arias Quirós aclaró que quienes obtienen esas licitaciones ofrecen estos servicios a los visitantes de las áreas protegidas donde están los páramos y se genera un beneficio económico para estas organizaciones y para la comunidad.

“Lo que hacemos es derramar la riqueza. En el pasado estar a la par de un área silvestre protegida era sinónimo de pobreza para una comunidad. Estamos cambiando ese paradigma: las comunidades se sienten afortunadas de estar cerca de un área protegida y poder participar de estos beneficios”, dijo Arias Quirós.

La siembra de frailejones

A su vez, Fabio Villamizar Durán, director de la Territorial Nororiental de Parques Nacionales Naturales de Colombia, resalta que en el proceso de conservación de estas especies de plantas, se ha adelantado un proceso de preservación de diferentes especies de frailejones en el santuario de fauna y flora Guanentá - Alto Fonce de 10 mil hectáreas, en zona límite con Boyacá.

De ese terreno, el 60% tiene zona de páramo, por lo que han podido desarrollar un vivero amplio para sembrar y preservar las diferentes especies de frailejones.

“Con esas 16 especies garantizamos que en el ecosistema de páramo van a estar presentes siempre”, dice Villamizar Durán y destaca: “estas especies requieren de por lo menos dos años para su reproducción”. Por esta razón, el funcionario recuerda que estas iniciativas de siembra requieren de una financiación constante y de un plan para la propagación de estas plantas.

Iniciativas por el medioambiente

Durante la cumbre, estudiantes de algunos colegios y universidades de la ciudad participaron de la jornada y expusieron algunos de sus proyectos de investigación relacionados con la protección y conservación del medioambiente.

Una de estas iniciativas es la presentada por Angie Valentina Duarte Mosquera, de 18 años y estudiante de Gestión Turística de la Fundación Universitaria Comfenalco.

Duarte Mosquera nació en el municipio de Vetas y a raíz de su cercanía con el páramo y la comunidad, en compañía de sus compañeros y docentes, quiere promover que los páramos, especialmente el de Santurbán, sean declarados como Patrimonio Natural de la Humanidad de la Unesco, una categoría que solo tienen nueve sectores en todo el país, el último de ellos fue el Parque Nacional de Chiribiquete, elegido en 2018.

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Publicado por Luis Alvaro Rodriguez Barrera

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