El 30 de septiembre de 2020, un adulto murió al caer en una alcantarilla sin tapa, cuando caminaba sobre la carretera antigua que conduce al sector de Las Colinas, más exactamente en inmediaciones del parque La Flora. La víctima sufrió fractura en el cráneo, tras precipitarse al vacío.
Si bien, esta lamentable historia no se ha repetido en la ciudad, desde entonces, sí hay muchas personas que han sufrido lesiones, unas más graves que otras, luego de ser víctimas de las ‘trampas’ que ha dejado el negro negocio del robo de tapas de alcantarilla en Bucaramanga y su área metropolitana.
Por simple percepción ciudadana, los adultos son quienes más caen en estas estructuras destapadas. Pero, lo cierto es que la amenaza está latente para cualquier persona. Un paso mal dado podría ser fatal o atentar gravemente contra la integridad física de un niño, un joven, un adulto o un anciano.
De estas historias sí hay muchas por contar, algunas han llegado hasta los estrados judiciales por su severidad.
Pero, la verdad es que sobre este tipo de accidentes no hay una estadística oficial. No es claro cuántos transeúntes han caído en las alcantarillas sin tapa o cuántos vehículos han tenido accidentes por cuenta de este delito que se ha convertido en un problema mayúsculo para la ciudad.
Es más, nadie sabe con exactitud a dónde van a parar estos elementos, en qué momento se comete el hurto, de qué manera, en dónde y quiénes están detrás de esto. Lo que más llama la atención es que al no encontrarse responsables de esta actividad delictiva, se le ha culpado a los habitantes de calle; pero, vale la pena recordar que en febrero de 2021, se llevaron al menos 70 tapas del sistema pluvial y de telecomunicaciones, en los tramos peatonales del Puente de Provenza, la Puerta del Sol y el sector de El Cacique; pero, nadie dio respuesta clara a lo sucedido.
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Las autoridades confirmaron que el indicador de denuncias frente a este tema es pobre, por lo que se dificulta concentrar los esfuerzos solo en este problema, cuando en la ciudad hay más aspectos de seguridad y convivencia ciudadana por atender.
Eso sí, Melissa Franco, secretaria del Interior de Bucaramanga, aclara que se han realizado 20 operativos a chatarrerías y centros de reciclaje, entre los cuales se han visitado un total de 24 establecimientos de comercio de esta naturaleza y efectuado seis suspensiones temporales de la actividad por incumplimiento de requisitos de funcionamiento.
La Empresa Pública de Alcantarillado de Santander, Empas S.A, entre tanto, afirmó que, durante 2021 el hurto de elementos prefabricados del sistema de la red de alcantarillado como tapas núcleos, rejillas tipo pesado y liviano, así como tapas de sumideros y rejillas en concreto, le representó cerca de $119 millones, en los cuatro distritos de cubrimiento correspondientes a Bucaramanga, Floridablanca y Girón.
Sin embargo, aclara la empresa de servicio público, que el hurto de tapas núcleos disminuyó teniendo en cuenta que se pasó de 38 hurtos en 2020 a 19 en el 2021. No obstante, en el caso de las rejillas en hierro fundido, la variación fue negativa, teniendo en cuenta que se presentaron 69 casos de hurto en 2020 y aumentó a 71 en el periodo anterior.
Con respecto a las tapas para sumidero, cuyo tamaño facilita el transporte para la delincuencia, se pasó de 101 elementos hurtados a 153 en 2021, cuya sumatoria equivale a una pérdida total de $118.500.408 en el año en mención.
El informe suministrado por el asesor de Operación de Infraestructura de la Empas, Fabio Armando García Quiroga, indica que de acuerdo con la caracterización de las tapas el hurto ha sido de la siguiente manera: en tipo hierro fundido fueron afectadas 19 tapas núcleos, 16 en rejillas pesadas y 55 en livianas, mientras que las de sumidero fueron 153; de igual forma, en material concreto fueron dos rejillas en los cuatro distritos del área en mención.