Publicidad

Bucaramanga
Lunes 04 de octubre de 2021 - 12:00 PM

Tensión y adrenalina: un mundo diferente en el backstage de las pasarelas de moda

La preparación de una modelo puede demorar hasta una hora para lucir perfecta durante cerca de 10 minutos. Los nervios, la presión y sobre todo la emoción se apoderaron del camerino del Santander BGA Fashion Week antes de las apariciones en cada pasarela.

Compartir
Imprimir
Comentarios

Compartir

Tarda más la preparación de las modelos que su aparición en una pasarela de moda. El acondicionamiento de la piel, aplicar el maquillaje y arreglar el cabello toma un tiempo considerable que mantiene un movimiento activo en el camerino, a pesar de que se trabajó una tendencia natural en cada uno de los modelos que allí participaron.

Además, “un error, una mala postura de ropa, cualquier detalle atrasa lo que viene y eso provoca que todo salga de control”, afirmó el diseñador y modelo Santiago Godoy.

Los modelos deben llegar con al menos dos horas de anticipación para que la distribución sea más rápida. Unas se sientan en el área de maquillaje y otras en el de peinado, para así avanzar y dar el espacio para los que están esperando su turno.

Es una locura, así lo define Santiago Godoy. “Se supone que todo está prácticamente cuadrado pero en la puesta escena todo cambia”, afirmó.

La tensión del salir a modelar prevaleció sobre el resto de tareas. Los minutos avanzaban y se acercaba el momento de iniciar la pasarela. Los organizadores entraban y salían efusivamente del ‘backstage’ mientras apresuraban a las modelos para estar listas. Pero en ocasiones se presentaron obstáculos que retrasaron los actos.

Así ocurrió en la noche de este sábado 2 de octubre, donde el ajetreo del momento dio paso a un ambiente tenso ante el retraso de tiempo que se estaba presentando. “¡Les dije que tenían que llegar más temprano!”, exclamó un organizador del evento.

Los estilistas movían rápidamente sus manos sobre los rostros y cabello de las modelos que a las 6:00 p.m. tenían que pisar la pasarela, pero un buen rato después, seguían alistándose.

Pero Natalia Santos, creadora de Secret Peluquería, la encargada del styling y maquillaje de cada modelo, explicó que el tiempo que se le dedica a cada una es relativo porque no todas tienen el mismo tipo de piel ni la misma cantidad de cabello, lo que condicionó el flujo del trabajo.

Allí se contó con el apoyo de 18 profesionales. En las jornadas el personal se redujo y solo diez de ellos estuvieron presentes en este trabajo, pues cada día se rotaban los turnos. Normalmente arreglaban a 10 modelos, pero esa noche recibieron 18 más.

Muchas se movían de un lado a otro esperando a ser atendidas, pues necesitaban con urgencia estar impecables. “El control de la primera pasarela ha sido terrible”, afirmó Alexander Durán, mánager de Secret peluquería. “No sabíamos quiénes eran las primeras en salir y nos enviaron otro grupo, entonces se retrasó el trabajo”, agregó Durán.

El trabajo con los hombres fue más tranquilo, pues con ellos se tardaban casi la mitad del tiempo que con las mujeres.

Tal inconveniente dio pie a su improvisación para dejar peinadas a las modelos que hacían falta. Pero la adrenalina de salir al escenario opaca todo tipo de estrés y preocupación, cuenta Abbie Thompson. “Si no hubiese tensión, esto sería aburrido”, afirmó. “Que presionen da emoción, porque así salimos a dar lo mejor de nosotros”.

El ruido y la tensión se apoderaron del pequeño camerino hasta que en cuestión de minutos salieron una a una y la tranquilidad retornó al lugar.

“El tiempo pasa super rápido y una no se da cuenta de todo el trajín que está pasando en el camerino. Cuando sales a la pasarela no piensas en nada, solo en ser la mejor. Todo el estrés se resume en la euforia de salir”, dijo Shanell Flórez.

Pero el movimiento de las manos de los maquilladores no cesó pues debían culminar su trabajo con las modelos que seguían a la espera de su turno. Sin embargo, este se aligeró de forma considerable.

“En medio de todo lo podemos controlar. La experiencia fue increíble y todo ha salido excelente”, agregó Durán.

Los modelos destacan que todo lo negativo se esfuma en cuestión de segundos. Al final prestan su completa atención a ser los más profesionales y lucir de la mejor forma el talento santandereano. “La idea es resaltar cuando nos vean salir. Como lo dice siempre cada profesor de modelaje, ‘créete el más’”, señaló Godoy.

“Todo lo malo es pasajero. A veces los nervios nos nublan y se nos olvidan las cosas. Pero siempre lo importante es brillar en la pasarela”, manifestó María Lucía Flórez.

Sobre las 8:00 p.m. se dio un espacio para el descanso. Todos estaban listos, solo quedaban los retoques de quien lo necesitara y tal vez cambios mínimos debido a que el modelo saldría a modelar la colección de un diseñador diferente.

Elija a Vanguardia como su fuente de información preferida en Google Noticias aquí y únase a nuestro canal de Whastapp acá.

Publicado por Redacción Vanguardia.com

Publicidad

Publicidad

Tendencias

Publicidad

Publicidad

Noticias del día

Publicidad