Bucaramanga está empapelada de afiches, llena de vallas, inundada de megáfonos que promocionan candidatos y, en general, está sumergida en un ‘mar de publicidad’ política que nos ahoga y que contamina calles, parques y otros espacios públicos.
Todas las comunas y avenidas están convertidas en vitrinas promocionales de ‘las mil y una campañas’, generando una sobresaturación visual y afectando la estética de la Ciudad Bonita.
Los primeros ‘electrocutados’ con este ‘bombardeo’ de anuncios son los postes de energía: ¡No hay ni uno que se haya salvado!
En la capital santandereana, el Decreto No. 0047 dicta las normas que deberían cumplir los aspirantes a cargos de elección popular en cuanto a publicidad política se refiere. Y, al menos en el papel, ellos no pueden pegar afiches en postes, por citar sólo una prohibición.
En ese sentido, el Top Urbano de Vanguardia recorrió las calles de la ciudad y comprobó los excesos que están cometiendo muchas campañas.
A 35 días de la jornada electoral que escogerá a concejales, gobernador, alcaldes, diputados y miembros de las juntas administradoras locales hay que decir que una gran cantidad de publicidad política está generando contaminación visual.
Hay fachadas de casas y de negocios pintadas con los colores, con las caras y con los mensajes de los políticos de turno.
También hay pendones y pasacalles en las esquinas de semáforos, muchos de ellos con anuncios ‘politiqueros’.
Lo anterior sin contar los altoparlantes que recorren en carros, motos y ciclas las calles, desatando ruidos estridentes.
También estamos viendo mensajes agresivos o difamatorios, muchos de ellos en redes sociales, los cuales están generando tensiones y divisiones en la sociedad.
Se debe precisar que la publicidad política, al parecer, está asociada a grandes presupuestos y recursos, lo cual está generando una desigualdad de oportunidades entre los diferentes candidatos. Aquellos con menos recursos pueden verse en desventaja y tener dificultades para hacer llegar su mensaje a la ciudadanía.
Sería bueno que las autoridades hicieran cumplir las normas de la publicidad política, para que no se queden en ‘letra muerta’. También será preciso impulsar prácticas más responsables y éticas, tanto de los candidatos como de sus respectivas campañas, así como de sus ‘avanzadas’.
TOP 5
1. Postes de energía: Por todos lados hay postes que están repletos de afiches de aspirantes a cargos públicos. En el papel, este tipo de publicidad es ilegal, según lo dicta la norma.
2. ‘Sobre...ruedas’: También la publicidad política de los aspirantes a cargos de elección popular ‘va en coche’. Taxis, ciclas, patinetas, buses y carros particulares son utilizados para divulgar los lemas de las campañas.
3. En Cabecera: Además del Norte, la comuna Cabecera es una de las más invadidas de este tipo de publicidad. Las ‘avanzadas’ de los candidatos están empapelando esa zona con los afiches de sus jefes políticos.
4. Vallas por doquier: Instalar vallas no es ilegal; sin embargo, la pregunta que surge es: ¿De dónde sale tanto dinero para adecuarlas? Estas pancartas se ven por todos lados, de manera especial en los barrios populares.
5. Desaseo: Lo peor de la propaganda política es que, casi siempre, todos esos afiches terminan convirtiéndose en basura. ¡Y para la muestra, esta fotografía!
SU OPINIÓN CUENTA
Qué otro tipo de contaminación política ha detectado en su barrio o en Bucaramanga? Cuéntenos a través de nuestras redes sociales o en el siguiente
correo electrónico: eardila@vanguardia.com Veamos algunos mensajes que nos llegaron:
En Instagram
Ingridíazm10: Cabecera tiene inundados sus postes con esa publicidad política. ¡Qué mamera!
En Facebook
Heris Herrera: Yo sólo elijo a alcalde y a gobernador, porque de todas manera tienen que haberlos; pero los demás son ‘
parásitos’ viviendo sabroso a costillas del pueblo.
En Twitter
@janehl.2216: En todos los municipios del área es horrible el perifoneo con carros, a todo volumen, promocionando la publicidad política. En los barrios de estratos bajos, la contaminación auditiva es terrible.
Periodista de Vanguardia desde 1989. Egresado de la Universidad Autónoma de Bucaramanga y especialista en Gerencia de La Comunicación Organizacional de la Universidad Pontificia Bolivariana. Miembro del equipo de Área Metropolitana y encargado de la página Espiritualidad. Ganador del Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar.
eardila@vanguardia.com