El 27 de agosto, una joven de 17 años fue atacada en el barrio Dangond de Bucaramanga por su expareja sentimental, dejándola gravemente herida.
El 8 de agosto, Rosana Ramírez fue hallada muerta y amarrada dentro de una habitación cerrada con candado en zona rural del Carmen de Chucurí.
El pasado 7 de agosto, una joven de 24 años, fue agredida al interior de su vivienda, ubicada en el Norte de Bucaramanga, por quien sería su esposo. Ella recibió un disparo en la cabeza.
El 4 de agosto, Sandra Liliana Díaz Galindo fue apuñalada por quien sería su pareja sentimental. Los hechos ocurrieron al interior de su propio negocio en el barrio La Cumbre de Floridablanca.
Este registro de agosto pasado evidencia el desalentador panorama para las mujeres en Santander. Los ataques contra esta población se han vuelto sistemáticos, siendo su propia vivienda el lugar más inseguro que pueden tener.
Para algunas organizaciones es preocupante que algunos homicidios de mujeres no se están tipificando como feminicidios, razón por la cual el subregistro de este delito es más grande que el oficial.
Frente a esto último, precisamente, la directora del Observatorio Ciudadano del Feminicidio - Santander, Gina Pineda Garzón, comunicó que hay una dificultad para la tipificación de los feminicidios, que involucra una amplia gama de contextos, y por eso las cifras oficiales son menores a las que ella tiene.
A su juicio, “entre las dificultades se encuentran limitaciones por parte las autoridades para desarrollar investigaciones con enfoque de género, recabar elementos de conocimiento de manera especializada, analizar las razones de género antes y durante el feminicidio, así como en el tratamiento de los cuerpos tras la comisión del delito”.
Por tal razón considera que se precisan análisis rigurosos de los hechos en clave género, mayor compromiso con la persecución y sanción de los agresores y garantías de los derechos a la verdad, justicia, reparación y no repetición; así como la atención integral a las familias de las víctimas, especialmente dirigida a niñas, niños y adolescentes que quedan en orfandad por el feminicidio contra su madre.
Si bien, las estadísticas oficiales indican que en Santander se han cometido al menos seis feminicidios durante este 2022, para el Observatorio Ciudadano del Feminicidio el subregistro duplica la cifra. Vanguardia también le cuenta cómo está el indicador de este delito en el país.