La delincuencia, el vandalismo y la desidia tienen a los monumentos de la capital santandereana completamente abandonados.
La situación actual de la ciudad en cuanto al mobiliario artístico, histórico y cultural se refiere da pena. A los actos vandálicos de los que han sido objeto los monumentos y las estatuas, se suman los robos de muchos bustos.
Los más recientes asaltos fueron los del maestro y artista santandereano, Óscar Rodríguez Naranjo; el político Feisal Mustafá Barbosa; y periodista Jorge Regueros Peralta. En total, son 17 pedestales los que han quedado en el olvido.
Lo anterior sin contar que otras obras como la ‘Gorda’ de Botero, situada en el Parque San Pío; el ‘Monumento Ecuestre del Libertador Simón Bolívar’, en la glorieta de la UIS; el ‘Camino de las Hormigas’, en la entrada a la Autopista; la otra ‘Puerta del Sol’, en la carrera 27 con calle 56; y el ‘Clavijero del Tiple’ y la singular obra que se hiciera en memoria de las 19 víctimas descuartizadas en octubre de 1987, estas dos últimas en el Parque de los Niños, han sido el blanco de vándalos.
Voz del experto
De acuerdo con el historiador y arquitecto, Gilberto Camargo, “la Constitución Nacional, en su artículo #8, es muy enfática al decir que es obligación del Estado y de las personas proteger las riquezas culturales, históricas y naturales de la Nación”.
“Es muy garantizable, claro y culto el marco legal, pero es muy oscuro e inculto la gestión de la administración pública, cuando no acata la norma”, añadió.
Él recordó el reciente irrespeto que se le hizo a la obra del monumento a Galán, del Parque de los Niños, en donde se intentó colocar un árbol navideño sobre la escultura.
“El no respetar esta obra es un signo y una señal de que algo va mal. Acá se deben sobreponer por encima de toda decisión principios culturales básicos”, precisó.
“Siempre la cultura enriquece nuestras vidas de innumerables maneras y ayuda a construir comunidades inclusivas, innovadoras y resistentes. Proteger y salvaguardar ese patrimonio y apoyar la creatividad y los sectores culturales dinámicos es fundamental para afrontar los retos actuales. La Unesco está convencida de que ningún desarrollo puede ser sostenible sin un fuerte componente cultural”, argumentó.
Finalmente recordó que los sabios sentencian: “Solo un enfoque del desarrollo centrado en el ser humano y basado en el respeto mutuo y el diálogo abierto entre culturas de ayer y hoy, pueden conducir a una paz duradera, a una mejor convivencia y a unas generaciones futuras más responsables, talentosas en pro de una vida más digna”.