Pese a la vigencia del decreto que prohíbe el uso y comercialización de la pólvora, las celebraciones con fuegos artificiales no han mermado en la ciudad. El pasado domingo, 4 de diciembre, se registró el primer caso de quemado con pólvora en el departamento.
A sus 16 años, Alexander Aguilera sintió cómo se le quemaba su abdomen por culpa de la manipulación de pólvora. Durante la celebración del siete de diciembre, él intentaba encender un ‘marranito’. “Parecía inofensivo”, recuerda Alexander, hoy con 43 años. En la punta de una manguera de caucho prendió el ‘marranito’ que, para su desgracia, se salió de control y rebotó sobre su pecho. Esa chispa le prendió fuego a su camisa y, de paso, a la bolsa de mechas para voladores que llevaba en uno de los bolsillos de esa prenda.
En varios movimientos y guiado por la desesperación intentó zafarse de su camisa. Las quemaduras le afectaron su abdomen y parte de su pecho. Alexander permaneció varias semanas postrado en una cama. Con cualquier movimiento, por mínimo que pareciera, sentía cómo se le tensaba la piel y el ardor lo hacía gritar. “Me dolía mucho. Desde entonces no volví a usar pólvora”, dice Alexander, y agrega: “es una sensación que no se la deseo a nadie”.
Pese a que las autoridades en Santander han expedido diferentes decretos y campañas ciudadanas para evitar que casos como el de Alexander se repitan, en el departamento ya se registró el primer caso de quemado con pólvora en vísperas de las celebraciones de este fin de año.
Un hombre de 32 años de edad, en aparente estado de alicoramiento, fue el primer lesionado en esta temporada de festividades en Santander. Ese hombre registró quemaduras de primer grado en su mano derecha, luego de manipular un volador. El caso ocurrió en Bucaramanga durante la madrugada del pasado domingo 4 de diciembre. Así lo confirmó el secretario de Salud de Santander, Javier Alonso Villamizar Suárez.
Desde el pasado jueves, primero de diciembre, entró en vigencia el decreto de la Alcaldía de Bucaramanga que prohíbe la venta de pólvora en todo el municipio. Sin embargo, durante el fin de semana, en diferentes sectores de la ciudad sonaron diferentes detonaciones de pólvora en la ciudad.
Por su parte, el secretario (e) del Interior de Bucaramanga, Ángel Darío Gutiérrez Rueda, manifestó que se mantendrán los controles y seguirán desarrollando operativos “todos los días” durante esta época de festividades para dar cumplimiento al decreto suscrito a principios de este mes, que prohíbe el uso, transporte y comercialización de pólvora en la ciudad.
Según el Instituto Nacional de Salud, INS, durante las festividades de diciembre de 2021 y enero de 2022, se registraron 56 quemados en Santander, lo que significó un aumento del 154% frente al período anterior (2020-2021), en el que se reportaron 22 casos de quemados en todo el departamento.
De esos 56 casos, 24 corresponden a niños y jóvenes del departamento que sufrieron lesiones como consecuencia de la pólvora.
Llamado del Bienestar Familiar
La directora Territorial del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, Icbf, en Santander, Martha Patricia Torres Pinzón, manifestó que bajo la campaña nacional ‘El Cambio es sin pólvora’ promueven un mensaje especialmente dirigido a las familias para evitar cualquier tipo de manipulación de pólvora en estas festividades, velando principalmente por el cuidado de niños y adolescentes.
En el período pasado de fin de año, el Icbf en Santander adelantó cuatro procesos administrativos para restablecer los derechos de igual número de menores de edad que fueron gravemente afectados por quemaduras con pólvora.
“Ninguna pólvora es inofensiva. Esperamos que las familias puedan compartir estas festividades sin pólvora”, destacó la directora Torres Pinzón.
Mensaje de la Procuraduría
La semana pasada, la procuradora General de la Nación, Margarita Cabello Blanco, emitió una circular en la que llamaba a alcaldes y gobernadores a tomar medidas “eficaces” para garantizar la protección de niños y jóvenes frente al uso de la pólvora.
En esa misiva, el Ministerio Público alertó del incremento de casos de niños y jóvenes quemados en varias regiones del país, entre ellas Santander, departamento en el que se cuadruplicaron los casos en los menores de edad sufrieron lesiones por causa de la pólvora. Santander pasó de 6 casos entre diciembre de 2020 y enero de 2021 a 24 casos en el mismo período de 2021-2022.
