Luego de que el Valle del Cauca restringiera el ingreso de personas y vehículos a la región, no dejan de decretarse una serie de medidas y estrategias para responder a las consecuencias por las recientes manifestaciones.
Una de las más importantes fue la puesta en funcionamiento de 30 corredores humanitarios para abastecer de elementos esenciales a clínicas y hospitales, así como el transporte de alimentos, insumos y gasolina, lo que beneficia a 16 municipios del departamento. Sin embargo, las largas filas a la hora de conseguir combustible en Cali, los altos precios de los alimentos o las dificultades durante la recolección de residuos sólidos aún son pan de cada día en la ciudad.
Siguen las largas filas por combustible
Pese a que ya se reactivó la entrada de combustible a la ciudad desde Yumbo a través de Paso del Comercio, las largas filas para abastecerse aún son una constante en Cali.
Un conductor que prefiere reservar su nombre contó su experiencia al respecto: “Yo tuve que esperar alrededor de 31 horas para tanquear por los lados de la Terminal de Transportes.
Había llegado a las 2:00 de la tarde del jueves y solo empezaron a atender hacia las 11:00 de la mañana del día siguiente, pero una hora más tarde un grupo de personas empezaron a formar alboroto para vandalizar la estación. Solo me pudieron atender a las 9:00 de la noche del viernes”.
Asimismo, contó que individuos inescrupulosos han aprovechado la coyuntura actual para vender gasolina como particulares y especular con los precios. Por ejemplo, al vender tarros de un litro de gasolina a $20.000, mientras que el galón (que son casi cuatro litros) no debería superar los $8.500.
Mateo Uribe, quien salió a abastecerse con su familia el pasado domingo, también presenció una experiencia similar, cuando en una estación en la Avenida Sexta con Calle 22 Norte motociclistas extraían gasolina de sus propios vehículos para vendérsela a los carros que estaban en la fila.
Por lo pronto, la Secretaría de Movilidad ha habilitado alrededor de 11 estaciones para abastecerse de gasolina y ACPM, así como tres en cuestiones de gas natural.
Sin embargo, esta información es muy cambiante, por lo que se sugiere estar pendiente de sus redes: @MovilidadCali.
Insumos de salud, a cuenta gotas
Pese a que los corredores humanitarios están permitiendo la entrada de medicamentos y oxígeno, desde la Secretaria de Salud se advirtió que siguen presentando muchos inconvenientes.
“Los corredores fluyen por ratos y de un momento a otro los cierran todos sin saber lo que va a pasar”, dijo María C. Lesmes, secretaria de Salud del Valle.
Asimismo, se conoció que las vacunas contra la covid-19 se están transportando por vía aérea a las zonas de difícil acceso del Valle.
Por su parte, la secretaria de Salud de Cali manifestó que también se está presentando un desabastecimiento de sangre en la ciudad, por lo que invitó a los caleños a donar en los siguientes hemocentros:
Cosmitet-Clínica Rey David, Cruz Roja Seccional Valle del Cauca, Fundación Valle del Lili, Hemolife y el Hospital Universitario del Valle.
Hasta la noche de este lunes, los bancos de sangre de la ciudad registraban una escasez de alrededor del 60%.
Alimentos llegan poco a poco a Cali
“Continua pero lenta”. Así es como los gremios de comerciantes en las galerías describen la llegada de alimentos a la ciudad luego de la apertura del corredor humanitario en la vía Juanchito, que todavía no opera en su plena capacidad.
Carlos Arturo Alomía, gerente de Cavasa, destacó que el domingo se habilitó un corredor humanitario por doce horas para abastecer a Cali y Candelaria entre las 6:00 de la mañana y 6:00 de la noche.
“Se lograron distribuir productos que se podían dañar al ser perecederos. Según lo que se acordó con los representantes del paro con intermediación de la Arquidiócesis, este martes llegarán camiones a abastecer a Cavasa para que el miércoles se distribuya el mercado en las ciudades”, indicó.
Por su parte, Édgar López, gerente de la galería Santa Elena, contó que algunos comerciantes se han visto obligados a dirigirse a los centros de producción de alimentos, ya sean de carnes, verduras o frutas, para traerlos ellos mismos a sus locales, dada la lentitud en la que llegan los productos, que además algunos han experimentado un alza de 200% o hasta 300%.
