Hace 11 años, en agosto de 2009, 12 integrantes de la comunidad awá, cinco de ellos niños, fueron asesinados por un grupo armado desconocido.
Sigue azotado por la violencia el departamento de Nariño. Una nueva masacre fue denunciada en la noche del pasado martes en el municipio de Ricaurte, donde fueron asesinados tres comuneros indígenas en el resguardo awá Pialapi Pueblo Viejo.
La noticia fue confirmada por el alcalde de Ricaurte, Eder Burgos, quien hizo un llamado a la Gobernación de Nariño para hacerle frente a la intensificación del conflicto armado en el país. “No encontramos las garantías como ciudadanos de este país, que nos permitan vivir dignamente y con tranquilidad en los territorios”, señaló el mandatario local, quien extendió el llamado al Gobierno Nacional.
Por otra parte, el gobernador de Nariño, Jhon Rojas, señaló que “ante este hecho, se confirma nuestra solicitud de la sesión de la Comisión Nacional de garantías por parte del señor presidente, y estamos a la espera de que se cite a un concejo de ministros para analizar el futuro de nuestro departamento”.
Rojas dijo a periodistas que la situación en esa región es crítica y que están a la espera de más recursos para poder implementar estrategias que permitan mitigar la violencia.
La verificación del número de víctimas está a cargo del coordinador de justicia de la organización del Cabildo Mayor Awá de Ricaurte (Camawari) y del gobernador del resguardo, Miguel Caicedo.
Además de las tres víctimas mortales desaparecidas, se registran como desaparecidos más miembros de la comunidad, específicamente de la comunidad del Aguacate, la más lejana del resguardo y ubicada a varias horas del casco urbano de Ricaurte.
“Mientras que el país suma más de 489.122 casos por coronavirus, de los cuales 11.763 se han reportado en Nariño, la situación que viven los cerca de 35.000 indígenas awá en Tumaco, Samaniego, Ricaurte, Barbacoas y Roberto Payán, es más que desoladora y por motivos que van más allá de la pandemia; más aún con la erradicación forzada y el conflicto armado”, señaló en un comunicado la organización del Cabildo Mayor Awá de Ricaurte-Camawari.
El asesinato múltiple se habría registrado a 72 horas de la masacre donde murieron ocho jóvenes en Samaniego, al occidente de Nariño.
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El alcalde hizo un llamado a los gobiernos departamental y nacional para que ofrezcan “garantías que generen confianza porque no podemos todos los días estar reportando muertos por cuestión de la confrontación armada entre grupos al margen de la ley”.
El agosto del año pasado fueron asesinados 12 indígenas, cinco de ellos niños, en hechos ocurridos en el resguardo Gran Rosario, en jurisdicción del municipio de Tumaco, que también hace parte de Nariño.
Medios locales indicaron que el riesgo que corren las comunidades awá en Nariño fue advertido por la Defensoría del Pueblo en una alerta temprana emitida en octubre de 2019.
En ese documento, la Defensoría hacía referencia explícita a varios resguardos awá en Barbacoas, Tumaco y Ricaurte, entre ellos el de Pialapi-Pueblo Viejo.
El pasado sábado por la noche ocho jóvenes de entre 19 y 25 años fueron masacrados por desconocidos en la aldea de Santa Catalina, cercana a la cabecera municipal de Samaniego, también en Nariño, donde horas antes fue asesinada una mujer de 26 años, igualmente por desconocidos.
Esta matanza ocurrió tan solo cuatro días después de que cinco adolescentes fueran asesinados en Cali, capital del departamento del Valle del Cauca.
