Al final de esta reunión se espera un pronunciamiento del Gobierno de cara a la continuación de las negociaciones de paz con la guerrilla del Eln. Se insistiría en el cese al fuego bilateral.
Las condiciones para continuar los diálogos de paz con el Ejército de Liberación Nacional, Eln, tras el reciente atentado perpetrado por la guerrilla en el Catatumbo, que dejó 9 militares muertos y otros 9 heridos, se evalúan hoy en la Casa de Nariño, en reunión convocada por el presidente Gustavo Petro con la delegación negociadora del Gobierno, que fue llamada “a consulta”.
La reunión, prevista inicialmente para el próximo lunes, fue anticipada para este viernes y en ella se evaluarán los hechos y la situación, de cara a las negociaciones, según confirmaron fuentes de la Presidencia a EFE.
El Gobierno mantiene que la reunión no significa levantarse de la mesa de negociaciones, pero sí evaluar y sobre todo insistir en la línea de exigir un cese al fuego bilateral a la guerrilla, que en todo caso no se podrá acordar hasta que las dos partes se vuelvan a reunir después de Semana Santa en La Habana.
El presidente culpó del ataque del pasado miércoles en Guamalito, un corregimiento del municipio de El Carmen, en Norte de Santander, contra soldados del Batallón Especial Energético y Vial No. 10, a “quienes hoy están absolutamente alejados de la paz y del pueblo”, sin referencias al Eln, pero adelantando que el atentado podría traer consecuencias en la mesa de diálogo.
Sin embargo, la intención del Gobierno no es levantarse de la mesa. “No seremos nosotros los que nos pararemos de la mesa”, dijo ayer el jefe negociador del Gobierno, Otty Patiño.
“Pese a que no se ha firmado un cese el fuego y hostilidades, el espíritu que desde luego hay que crear es de confianza”, defendió Patiño tras el revuelo ocasionado por el ataque de la guerrilla, para insistir en que “se debe crear un clima de confianza donde las armas valgan menos y las palabras valgan más”.
“Construir la paz”
Por su parte el Eln, que tardó más de 24 horas en referirse a los hechos, publicó un escueto tuit donde banaliza el “dolor” por el atentado, justificando que ellos también lo han “sentido”, pero insistieron en su voluntad de “construir” paz.
“Entendemos el dolor porque lo hemos sentido. Todos los dolores cuentan, son iguales. Son duras las realidades de la guerra, por ello es menester persistir en la construcción de la paz y proseguir en su proceso”, estimaron.
Sin embargo, crecen las dudas sobre la autoridad de la delegación negociadora del ELN, encabezada por su número 2, “Pablo Beltrán”, después de que ayer también el Frente de Guerra Occidental Omar Gómez de la guerrilla, que opera en el Chocó, emitió un comunicado en el que expuso “algunos interrogantes” sobre la negociación de paz.
“No vemos con buenos ojos este proceso de paz y cada día tenemos más interrogantes e incertidumbres. Se necesitan hechos más que palabras, discursos y buenas intenciones”, alegaron, después de acusar al Gobierno de no generar los cambios “estructurales” que ellos creen necesarios.
Eln responde por el atentado a militares
El máximo comandante del Eln, Eliécer Herlinto Chamorro Acosta, alias ‘Antonio García’, justificó el atentado cometido por esa guerrilla en el Catatumbo en el supuesto “derecho” a defenderse de las ofensivas que realizan las Fuerzas Militares.
Esto, a pesar de que el comandante de las Fuerzas Militares, general Helder Fernan Giraldo, confirmó que el pelotón atacado por el Eln en El Carmen, Norte de Santander, no estaba en operaciones ofensivas.
Según ‘Antonio García’, “El ELN tiene el derecho de responder los ataques que recibe, por cuanto aún no hemos pactado ningún cese el fuego bilateral. Si descalificamos las acciones que realiza el ELN, también habría que descalificar las que hacen las fuerzas gubernamentales”.
“En la reunión que ha convocado el Presidente Petro... donde se analizará la acción realizada en Guamalito, Norte de Santander, también debe analizarse los ataques realizados por las Fuerzas Militares y de Policía contra el ELN”, expresó ‘García’, quien hizo un recuento de diferentes hechos en los que habrían muerto miembros de esa guerrilla en operaciones militares.
