El uso excesivo de la fuerza por parte de la Policía ha dado de qué hablar en muchos sectores del país. Ese panorama se revivió durante la semana pasada. En medio de unos disturbios, Duván Aldana, de 15 años, perdió la vida.
Una seguidilla de irregularidades han enlodado el nombre las Fuerzas Armadas de Colombia, desde hace poco más de un año. Tanto miembros de la Policía como del Ejército Nacional con su actuar han puesto en la palestra pública al sector defensa e incluso han llegado a considerar desde el legislativo la posible reestructuración de las mismas.
El más reciente escándalo y que llamó la atención de todo el pueblo colombiano fue el abuso sexual de una niña de 13 años, perteneciente a la comunidad indígena Embera Katío, ocurrido el pasado 22 de junio, a manos de siete soldados regulares del Ejército de un batallón en Risaralda.
Por estos hechos, la Fiscalía les endilgó el delito de acceso carnal abusivo, a uno de ellos por complicidad y los seis restantes por coautoría, mientras que la Procuraduría, este domingo, abrió un proceso por acceso carnal violento, en donde además de los siete uniformados, espera esclarecer el motivo por el cual no se ha vinculado al proceso a otros tres suboficiales.
El escarnio público no solo fue para la menor, a quien agredieron física y psicológicamente, el escándalo fue para todas las fuerzas del sector defensa, pues se sumó a una seguidilla de irregularidades que han cometido.
Una semana atrás, cuatro miembros del Ejército también estuvieron bajo la lupa de la autoridades luego de que lanzaron a un perro al vacío y le provocaron la muerte.
Los hechos, que fueron conocidos por la Fiscalía, ocurrieron en Nariño y fueron grabados y puestos en redes sociales, situación que también generó indignación en el pueblo colombiano. Desde el ámbito jurídico los uniformados fueron judicializados.
Meses atrás, la institución castrense también se vio enlodada con los supuestos perfilamientos a 130 personas que hacen parte de la oposición al actual gobierno, algunos periodistas nacionales e internacionales, así como sindicalistas.
También en la Policía
El panorama de irregularidades también se ha registrado en la Policía Nacional, luego de que en noviembre pasado, en el marco del paro nacional, el Escuadrón Móvil Antidisturbios, Esmad, le quitara la vida a Dilan Cruz, un joven de 17 años que salió a marchar en las calles de Bogotá, para pedir garantías de educación.
En ese momento, en el legislativo se habló de la reestructuración de esta unidad de la Policía, sin embargo, hasta el momento no ha surgido algún cambio.
Del mismo modo, se abordó la posibilidad de cambiar el tipo de armas que usan, pero expertos en la materia consideraron que no era pertinente.
Otro escabroso hecho se registró en la costa Atlántica, cuando dos uniformados protagonizaron un accidente de tránsito, porque al parecer estaban bajos los efectos del alcohol. Esta situación es investigada.
