La Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica proyecta una probabilidad del fenómeno de El Niño del 60 % para el segundo semestre del 2023.
Los incendios forestales en Colombia se redujeron un 34 % en el primer trimestre de este año, pero las alertas se mantienen encendidas porque el fenómeno meteorológico de El Niño amenaza con llegar en los próximos meses y con él, las condiciones climáticas que aumentan las quemas y la deforestación.
Entre el 1 de enero y el 22 de marzo de este año hubo 1.987 incendios forestales en el país, según cifras de la Dirección Nacional de Bomberos de Colombia (Dnbc), mientras que en el mismo periodo de 2022 fueron 3.011.
Esta reducción se debe al fenómeno de La Niña, causante de “un aumento de las lluvias que evitó la sequedad de la cobertura vegetal que funciona como combustible para las quemas”, dijo a la oficial de Bosques y Cambio Climático de WWF Colombia, Johana Herrera.
Del total de incendios forestales 771 ocurrieron en la región Andina, seguida por la Caribe (633), Orinoquía (374), Amazonía (123) y Pacífica (85), agregó la Dnbc que no registró el número de hectáreas afectadas.
Hasta febrero, 9.083 hectáreas fueron calcinadas por los incendios forestales, según información recopilada por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible.
Sin embargo, las autoridades ambientales y las ONG se mantienen vigilantes, como es el caso de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), que alertó sobre la posibilidad de que la llegada de El Niño en los próximos meses ejerza un “efecto de calentamiento”.
En el caso local, la UIS alertó el aumento del material particulado en el área metropolitana de Bucaramanga debido, seguramente, al aumento de incendios forestales. Por ejemplo, de la medición en la Escuela Normal Superior, se pasó de 22,2 PM2,5 (concentración material particulado) para el 16 de marzo a 50 PM2,5 el 24 de marzo, es decir, en ocho días dicha concentración aumentó en 27,8 PM2,5.
Analistas consideran que las altas temperaturas y poca lluvia en varias ciudades ya vislumbran un panorama de escasez de agua, ante una probabilidad de El Niño en un poco más del 60 % para el segundo semestre.