Con la llegada de Joe Biden a la Casa Blanca empieza una nueva etapa para las relaciones entre Colombia y Estados Unidos. El presidente Iván Duque desde ya manifestó su disposición para trabajar de la mano con el nuevo mandatario, apelando a la forma tradicional en que se han relacionado ambas naciones.
Duque ha dicho que tiene “ilusión de trabajar muy de la mano con el presidente Biden, porque no solamente él es un amigo de Colombia”, sino que hay una agenda común en muchos aspectos, que han salido adelante a lo largo de la historia debido a la relación bipartidista y bicameral con la nación norteamericana.
De esta manera, Duque abre la puerta a tener una relación diplomática con el nuevo inquilino de la Casa Blanca, dejando atrás las críticas que se le ha hecho, en especial por la forma en la que el partido de Gobierno actúo frente a las elecciones de Estados Unidos.
Se espera que en los próximos días haya acercamientos entre el Gobierno de Iván Duque y la nueva administración de Estados Unidos, ya que hasta ahora el mandatario colombiano no figura en la lista de dirigentes políticos con los que ha hablado Joe Biden. Sin embargo, el embajador de Colombia en Washington, Francisco Santos, fue invitado a la ceremonia de posesión.
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El experto en relaciones internacionales Rafael Piñeros parte del hecho de que ambos países necesitan mantener una buena relación, porque tienen intereses comunes por los que deben trabajar, además de que el nuevo jefe de la Casa Blanca conoce mucho más los problemas y dinámicas de Colombia, que el saliente presidente Donald Trump.
Sin embargo, Piñeros agrega que la última visita que hizo Biden al territorio nacional estuvo vinculada a la agenda del proceso de paz con las Farc, que sigue siendo uno de los grandes intereses de los Estados Unidos en Colombia.
“Yo creo que esa estructura no cambiará. A ellos les interesa que a Colombia le vaya bien, que cumpla los compromisos del proceso de paz”, dice.
El mayor dilema pasa por la situación del embajador Francisco Santos, quien habría ofrecido su ayuda a la campaña de reelección de Donald Trump, a través de un contratista del Pentágono, según lo dijo en su momento el expresidente Juan Manuel Santos, quien agregó que era necesario optar por un cambio en la diplomacia con este país.