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No sea pingo
Martes 15 de febrero de 2022 - 12:00 PM

Rodolfo Hernández sí fue destituido cuando fue concejal de Piedecuesta, Santander

En un video compartido en redes sociales aseguran que Rodolfo Hernández, actual candidato presidencial, fue destituido por la Procuraduría tras ser electo en el cargo de concejal de Piedecuesta, Santander, en 1991. La información es cierta.

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En un trino que incluye video, se asegura que “Rodolfo Hernández, en 1994, fue destituido por la Procuraduría, cuando fue concejal de Piedecuesta en 1991”.

La publicación, realizada por el exconcejal de Bucaramanga, John Claro, indica que la destitución se dio “por contratar con el estado” e incluyó una imagen escaneada de una noticia publicada por el diario Vanguardia, el 4 de marzo de 1996.

La publicación, realizada en Twitter, supera los 1.900 me gusta y 1.500 retuits. En Facebook también se difundió la información, donde se ha compartido 800 veces.

Consultamos el archivo de Vanguardia para corroborar que sí fue publicada la noticia en la que se informó sobre la sanción disciplinaria contra Rodolfo Hernández.

Dicha información se encuentra en la hemeroteca del diario con la fecha lunes 4 de marzo de 1996.

En la noticia se informó que en 1991 el actual candidato presidencial actuó como representante legal de su firma Hernández Gómez y Cia Ltda y firmó un contrato con la Alcaldía de Piedecuesta para ejecutar obras comunitarias por $30 millones, precisamente cuando aún figuraba como concejal del municipio.

El 6 de diciembre de 1991, el Concejo aprobó el Acuerdo 071 que permitía el pago de impuestos urbanísticos por medio de obras comunitarias. Seis días después fue cuando Hernández firmó el convenio en el que fijó el compromiso para estas obras durante dos años.

De acuerdo con el fallo emitido por la Procuraduría Provincial de Bucaramanga el 29 de noviembre de 1994 se adelantó un proceso disciplinario contra el entonces concejal Rodolfo Hernández.

Allí se estableció que sí fue un contrato real, a pesar de que la defensa de Hernández indicó que no era un contrato de obra sino una alternativa de pago de impuestos. La Procuraduría afirmó que el ingeniero, desde su firma, se comprometió a cumplir con un proyecto por un valor determinado.

En el ‘Resuelve’ del acto, se declararon “probados y no desvirtuados'' los cargos que le fueron imputados a Rodolfo Hernández Suárez en su condición de concejal principal de Piedecuesta elegido para el periodo constitucional de 1990 a 1992. (...) Se le impone como sanción disciplinaria solicitud de destitución ante el honorable Consejo Nacional Electoral en Bogotá”.

En la defensa de Hernández también se manifestó que él nunca se posesionó, por lo que no tenía la investidura de concejal. Sin embargo, esta se da únicamente con la elección, según aseguró la Procuraduría en el fallo.

“De todas maneras las incompatibilidades establecidas por la ley rigen desde el momento mismo de su elección hasta el vencimiento del período respectivo y en caso de su renuncia se mantendrá por un año después de su aceptación".

En esa época Suárez ostentó la investidura de concejal, lo que según el fallo de la Procuraduría no admitió discusión así no asistiera a las sesiones, pero que sí podía estar interviniendo en las decisiones del concejo a través de Alexander Humberto Díaz, la persona que ocupó la curul en su lugar.

"Todas estas circunstancias son más que suficientes para determinar que el acuerdo suscrito entre el acusado señor Hernández y el alcalde de Piedecuesta es un contrato salpicado de vicios debido a las incompatibilidades al orden legal preexistentes que implican falta grave desde el punto de vista disciplinario", se indica en el fallo.

Tras los argumentos expuestos se determinó la destitución de Rodolfo Hernández en 1995, desarrollados en primera instancia por el Procurador Provincial Yezid García Sáenz. Mientras que en segunda instancia el proceso pasó a manos de la Procuradora Delegada para la Vigilancia Administrativa Lola D’La Cruz Mattos.

Su periodo como concejal

Si bien Rodolfo Hernández ocupaba este cargo, según su defensa nunca se posesionó ni ocupó su curul. Para las sesiones entregó excusas al Alcalde, en las que argumentó que no podía asistir, por lo que envió a su suplente, Alexander Humberto Díaz. Pero eso no quería decir que ya se había despojado de su investidura de concejal.

En el fallo se mencionó también que ninguna persona podía ejercer funciones públicas sin posesionarse. Es decir, que como no se le confirió la dignidad de concejal, no podía renunciar a una investidura que no poseía.

Rodolfo Hernández habló con La Silla Vacía, a quienes les explicó que su primera participación en el Concejo de Piedecuesta “a finales de los 70” se dio tras la petición de algunos políticos del Partido Liberal, debido a que tenía un ‘estatus’, ya que construyó gran parte de sus barrios.

Cabe agregar que en aquella época su empresa había construido cerca de 1.400 casas de Piedecuesta y su constructora se dedicaba principalmente a las viviendas de interés social.

En el periodo de 1990 optó por no ir a las sesiones del Concejo ya que “era una ‘perdedera’ de tiempo”. “Él era empresario, manejaba su empresa y no estaba en la política”, explicó Alexander Díaz.

Díaz agregó que en las elecciones de 1992, junto a Hernández, volvieron a lanzarse y fueron reelegidos. El candidato presidencial tampoco sesionó.

“Es que eso es inocuo, el que manda es el Alcalde (...) a mi toda esa mamadera de gallo de pedirle permiso pa’ lo que es lógico a los que no saben...esa joda me harta”, le dijo Hernández a La Silla Vacía, refiriéndose como “inútil” a esta labor de asistir y sesionar en el Concejo.

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Publicado por No Sea Pingo

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