Horas antes de que el Gobierno Nacional radique ante el Congreso de la República la reforma a la salud, la ministra Carolina Corcho afirmó que se va a "construir sobre lo construido", dando un parte de tranquilidad antes de conocer el articulado final.
Un nuevo tono tiene la ministra de Salud, Carolina Corcho, horas antes de radicar ante la Secretaría General del Senado la reforma que pretende cambiar el sistema de Colombia. Ahora la funcionaria del Alto Gobierno afirma que no se va a destruir lo que se tiene hasta hoy en día sino que, por el contrario, se modificará lo existente.
La funcionaria de la Casa de Nariño ha moderado el discurso luego de que los gremios de los médicos y las mismas EPS se reunieran con el presidente Gustavo Petro la semana pasada y acordaran que las Empresas Promotoras de Salud, EPS, no se eliminarán, pese a que Carolina Corcho asegurara que estas "no curan", sino que "facturan".
El nuevo tono de Corcho se produce luego de que, según algunas versiones, el mismo jefe de Estado le ordenara dejar quietas por el momento las EPS y solo proponerles una transformación. Incluso el exministro de Salud y hoy ministro de Educación, Alejandro Gaviria, ha criticado la propuesta.
Y es que justamente este lunes la Ministra afirmó que no se va a destruir el sistema de salud que hasta hoy en día existe en Colombia, que es en parte público y en parte privado.
"No se van a entregar los recursos a los gobernadores o alcaldes, no vamos a destruir el actual sistema de salud. Aquí vamos a construir sobre lo construido. Vamos a coger lo mejor que tenga el sistema de salud", manifestó la funcionaria de la Casa de Nariño.
Adicionalmente, Corcho manifestó que no se va a esterilizar el sistema. "Las evoluciones de los sistemas de salud son normales y no tienen por qué afectar la prestación del servicio".
Polémicas a un articulado que no se conoce
Tanto los gremios médicos como las EPS han prendido las alarmas por lo que propondría la reforma a la salud que se construyó bajo completo hermetismo y según afirman, sin tener las voces y los criterios de los expertos.
Gestarsalud, el gremio de las EPS en cabeza de la exviceministra Carmen Dávila, ha cuestionado lo que los voceros del Alto Gobierno han dicho sobre el articulado. Si bien es cierto que la misma Carolina Corcho y el presidente Gustavo Petro han propuesto eliminar de tajo las Empresas Promotoras de Salud, una reunión de la semana pasada dio el reversazo a esta iniciativa.
Uno de los voceros del Alto Gobierno que estuvo en una de las discusiones sobre la reforma, afirmó que con la eliminación de las EPS se crearían los CAP, que estarían distribuidos por todas las regiones del país.
"Todos los ciudadanos deben registrarse en el CAP más cercano a su casa. Los pacientes que requieran atención con especialistas serán remitidos desde el CAP a los centros hospitalarios de mediana y alta complejidad públicos, privados y mixtos que hagan parte de su red", manifestó el gremio, expresando que este trámite podría demorar más.
"Estos CAP se asemejarían a los 861 IPS de primer nivel que aparecen en el Registro Especial de Prestadores de Servicios de Salud (REPS), con los cuales hoy las EPS del régimen subsidiado contratan los servicios de promoción y prevención con una muy baja ejecución (soportan menos de la mitad de los recursos destinados para este fin). Para cubrir la promesa de un CAP por cada 25.000 personas se necesitarían más de 2.000 en todo el país. No se sabe qué pasará en zonas rurales donde los hospitales públicos y centros de salud no tienen lo necesario para soportar todas las funciones que se les asignarán a los CAP. Y en todo caso, montar la infraestructura de los CAP, construyendo nuevos o dotando centros de salud existentes, tomará bastante tiempo", puntualizó el gremio.
Adicionalmente ha alarmado sobre la posible creación de un monopolio público con alto riesgo de corrupción y el retroceso en temas de salud.
