Un estudio reciente desarrollado por la joven investigadora Paula Andrea Mendoza Rojas y el profesor Walter Pardavé Livia, de la Udes, halló que a partir de la cáscara de piña es posible producir un bioplástico. Se trata de una investigación pionera en la región, y que reducirá el impacto ambiental del plástico que deriva del petróleo.