No podemos confiarnos y olvidar que el descuido de nuestras obras de infraestructura, en cualquier momento pueden desencadenar consecuencias catastróficas, pues son elementos fundamentales de la vida urbana que pueden o no estar en riesgo.
El pronóstico de crecimiento para 2023 se ubicó en un rango entre 1 % y 1,4%, con 1,2 % como respuesta mediana. La mediana de los pronósticos para 2024 se ubicó en 1,5 %, situándose en un rango entre 1,2 % y 1,9 %.
Así estemos en un estancamiento o en una contracción de la economía, está plenamente justificada la reacción de todos los empresarios y líderes gremiales que han señalado como nefasta la caída del PIB en Colombia.
Hay preocupación por las tasas de interés y la dificultad que enfrenta el Banco de la República para que este indicador regrese a un dígito en el presente año. Se mantiene la incertidumbre.
El dato del crecimiento de 0,3 % del PIB para el segundo trimestre de 2023 no se veía desde hace 14 años, sin contar la pandemia. Esto encendió las alarmas en gremios y analistas por la desaceleración económica que vive Colombia.
El Dane reveló que el PIB de Colombia creció 0,3 % en el segundo trimestre de 2023 en comparación con el mismo periodo del año pasado, y tuvo 5 sectores de la economía que se contrajeron en este periodo.
Santander es la cuarta economía de Colombia, detrás de Bogotá, Antioquia y Valle del Cauca, siendo la industria petrolera su principal actividad económica. A su vez, es la quinta región que más peso aporta en agro, minería y ganadería en Colombia, y la quinta en aportes a actividades secundarias. Veinte años de actividad económica con cambios significativos.
La economía santandereana ha sido objeto de muchas críticas y opiniones no favorables durante el año 2022, pero ¿son estas realmente justificadas? Las 500 Empresas Generadoras de Desarrollo en Santander presentan algunos datos y argumentos que demuestran que la situación económica de la región fue mejor de lo que se habla, y que hay razones para ser optimistas de cara al futuro.
El primer año del primer gobierno de izquierda en Colombia se caracterizó por vaivenes económicos. Positivo, el mercado laboral; negativo, alta volatilidad y mucho gasto fiscal. Analistas y académicos dan su calificación: 2,68 sobre 5.
Un informe de Corficolombiana prevé que las condiciones climáticas secas aumentan el impacto negativo del estrés hídrico sobre la producción agrícola. El efecto se daría principalmente en el grupo de alimentos, y en menor medida a través de los rubros de energía eléctrica y gas.