El llamado del Gobierno es a financiar a las empresas y empresarios que hacen parte de esta ‘economía popular’, que hace referencia a las pequeñas unidades productivas, entre formales e informales, en las que están inmersas la mayoría de la población. Por ejemplo, el comercio, el reciclaje, los vendedores informales, las tiendas, los confeccionistas y los artesanos, entre otros.