No se descarta que el ataque estuviera dirigido hacia otra persona que se encontraba en el mismo lugar y que el menor no sería el ‘blanco’ de esas balas.
Sandra tenía 30 años y hace siete se fue a vivir a Bogotá en busca de mejores oportunidades laborales, pero hace cuatro se dejó convencer de unos amigos de viajar a Perú.
El crimen se perpetró el pasado 15 de junio, en el parque principal de Piedecuesta cuando al parecer, los dos hombres se habrían ‘enfrascado’ en una mortal riña con arma blanca presuntamente por 10 mil pesos.