La caída de un niño de 4 años desde un tercer piso de un edificio del barrio Girardot, en los alrededores de la carrera 6 con calle 28 de Bucaramanga, dejó perpleja a la comunidad. Al sentirse solo habría sentido temor, quiso buscar a su madre.
En sus mentes quedará grabado cada uno de los momentos que vivieron junto al niño, quien se caracterizaba por no pasar inadvertido, por ser un amable y muy cariñoso.