Tras el anuncio del alcalde de Bucaramanga, Juan Carlos Cárdenas, de congelar los precios del servicio de acueducto, analistas estudian los pros y contras desde lo financiero y lo legal. Esta decisión se suma a las hechas por el presidente Petro y el alcalde de Medellín.
Comer y transportarse sigue siendo lo más caro para los colombianos desde 1999. Y ahora se le suma el gasto de educación. Este panorama lo evidenció ayer el Dane con el dato de inflación de febrero, cuyo acumulado en 12 meses asciende a 13,28 %, mientras que en Bucaramanga llega a una variación anual del 13,33 % en los precios.
El gremio precisó que las decisiones que se tomen en temas regulatorios de servicios públicos en Colombia deben conservar los principios de suficiencia financiera y reconocimiento de costos eficientes, teniendo sin duda como objetivo una adecuada prestación del servicio a los usuarios del país.
El costo de vida en Colombia continuará en una tendencia alcista este año, lo que impactará el bolsillo de todas las clases sociales, en especial a los más pobres.