Los reclusos que llegaran a beneficiarse de esta medida tendrían que realizar actividades comunitarias, los trabajos que se les asignen serán de previo acuerdo con el empleador y tendrán vigilancia por parte del Estado.
De acuerdo con el testimonio de algunos reclusos, “los mismos PPLS (privados de la libertad) subimos el agua hacia el patio 8. Nosotros mismos tuvimos que apagar el fuego”.
La certificación fue entregada, de manera simultánea, a 83 personas privadas de la libertad en Bucaramanga, Armenia y Pitalito, gracias a un espacio ofrecido por la Fundación Acción Interna y la Escuela de Moda de la Universidad Sergio Arboleda.