domingo 23 de abril de 2023 - 11:05 AM

De cada 10 hogares en Santander, cinco viven en arriendo, ¿qué pasa con la compra y venta de la vivienda?

La reciente Encuesta de Calidad de Vida (ECV) del Dane reveló que el arriendo se volvió la modalidad más utilizada en Colombia para vivir o la opción más fácil para tener un techo: en Santander, cinco de cada 10 hogares viven en alquiler.

Suministrada / VANGUARDIA Para los expertos, una de las razones detrás de este fenómeno puede ser la falta de liquidez de las familias en medio del Covid-19.

La reciente Encuesta de Calidad de Vida (ECV) del Dane reveló que el arriendo se volvió la modalidad más utilizada en Colombia para vivir o la opción más fácil para tener un techo: con cuatro de cada 10 colombianos viviendo en alquiler. Esta misma tendencia se ve en Santander, en donde cinco de cada 10 santandereanos viven en alquiler.

Ese es el dato que evidenció el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), que también mostró que ahora hay menos personas viviendo en casa propia que en 2019, antes de la pandemia.

Es decir, el año pasado 39 % de los hogares vivían en una vivienda propia, bien sea pagada total o parcialmente. Sin embargo, en 2019 esa cifra ascendía a 46,2 %, esto equivale a que ha habido una caída de 7,2 puntos porcentuales en el indicador en los últimos tres años

Por ejemplo, en Santander, la tenencia de la vivienda se divide así:

Propia, totalmente pagada 32,3%

Propia, la están pagando 3,4%

En arriendo o subarriendo 46%

Con permiso del propietario/a, sin pago alguno (usufructuario/a) 11,7%

Posesión sin título (Ocupante de hecho) 5,2%

Propiedad colectiva 1,3%

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¿Qué dicen los expertos?

Para los expertos, una de las razones detrás de este fenómeno puede ser la falta de liquidez de las familias en medio del Covid-19.

“Una de las razones tuvo que haber sido el Covid, en la medida en que en el momento más crítico, más de cinco millones de colombianos habían perdido el empleo. Y la recuperación, de todas maneras, tomó un tiempo, de tal manera que algunos colombianos tuvieron que, seguramente, haber salido de sus casas para pasarse al arriendo”, explicó Andrés Langebaek, director de estudios económicos del Grupo Bolívar.

El experto agregó que los costos de construcción de vivienda aumentaron en los últimos años, debido a problemas en la logística internacional, con lo que también se encarecieron los precios a los consumidores.

“También tenemos que considerar que en 2022 tuvimos un incremento importante en los precios de la vivienda, es decir, los costos de construcción de vivienda a nivel global, por los temas del hierro, el cobre y el aluminio, han estado incrementándose de una forma significativa. Al terminar el año pasado, los costos de la producción de vivienda crecían por encima de 13 % y los precios de la vivienda crecían alrededor de 8% y 8,5%. Eso también puede estar afectando la capacidad de los colombianos de comprar vivienda”, indicó Langebaek.

A ese panorama se suma el endurecimiento de las condiciones financieras para los hogares tras el aumento de la tasa de interés de política monetaria por parte del Banco de la República.

“Están las tasas de interés. Pasamos de una tasa de interés del Banco de la República de 1,75 % en 2021 a 12,75 % al finalizar el año pasado, entonces obviamente también se endurecen las condiciones para que los colombianos puedan comprar su vivienda”, dijo el experto del Grupo Bolívar.

Condiciones de liquidez

Con lo anterior está de acuerdo Juan Camilo Pardo, analista económico de Corficolombiana, quien indicó que “las condiciones de liquidez más apretadas de la economía en este momento por las altas tasas de interés juegan un papel bastante importante dentro de este proceso de los hogares, pues les sale más caro endeudarse y, por ende, el hecho de adquirir vivienda propia”.

Y da una razón adicional y es que arrendar puede estar siendo más atractivo que tener casa propia. “Por ejemplo, hay un ratio que mide la relación entre el precio de la vivienda y el arriendo; y hay ciertos momentos en el tiempo en donde el arriendo comienza a ser más atractivo que la tenencia de una vivienda, por temas de retorno”, dijo Pardo.

Añadió que “los hogares tienden a tomar decisiones teniendo en cuenta, de forma implícita, este ratio entre los precios de la vivienda y el arriendo. Entonces uno podría pensar que el hecho de que los hogares hayan disminuido la tenencia de vivienda propia se puede explicar por unos arriendos más competitivos, que para los hogares terminan siendo más atractivos”.