Ecodiésel, una empresa santandereana, produce al año 150 mil toneladas de biodiésel, con la finalidad de contribuir al mejoramiento de la calidad del aire y el cuidado del medioambiente. Este biocombustible es producto de la palma de aceite.
Ecodiésel, en este momento, es la empresa en la Refinería de Barrancabermeja que tiene a su cargo la premezcla de biocombustible del 2 %, que luego pasa al 10 % de biodiésel y 90 % fósil para el consumidor final cuando tanquea acpm.
“Nosotros a través de los poliductos de Cenit, que es de Ecopetrol, le entregamos a todo el país biodiésel. Adicional, les vendemos a mayoristas y soportamos esa premezcla que tiene Colombia”, aseguró Óscar Javier Fandiño, director comercial de la empresa santandereana Ecodiésel, quien habló con Vanguardia en la IV Conferencia Internacional de Biocombustibles.
Fandiño precisó que la compañía para lograr el abastecimiento total del territorio colombiano, cuenta con el respaldo de la palmicultura del Magdalena Medio, quienes proveen el aceite crudo de palma.
“De esta forma, aseguramos el abastecimiento de materia prima, soportamos toda la cadena de empleos del sector agrícola y a la cadena le entregamos el producto final”, explicó el director comercial.
Sobre los inconvenientes del sector en producción y por temas de orden público, Fandiño aseguró que Ecodiésel le ha dado tranquilidad a la refinería de tener abastecimiento sin ninguna interrupción, “hemos tenido y vivido diferentes paros, por ejemplo, hace dos años registramos 15 días con bloqueos, pero la empresa tuvo almacenamiento y comercializó el producto”.
Aportes
La empresa santandereana inició hace 16 años con una capacidad aproximada de 100 mil toneladas al año, hoy en día se aumentó para el 2023 en 150 mil toneladas al año, a partir de eficiencias y optimización del proceso. “Esto ha sido un ejercicio sin inversión adicional y de aprendizaje”.
Acerca de la generación de empleo, Fandiño puntualizó que es una empresa con talento joven, “nuestro promedio es de más o menos 33 años y si sacamos la lista, 23 personas de las 115 que somos tienen su primera experiencia en Ecodiésel”, sirviendo como semillero para muchos ingenieros de Santander.
Agregó que la cadena de biocombustibles que se inicia en el sector palmicultor genera aproximadamente 33 mil puestos de trabajo directos e indirectos en la zona centro del país y a nivel nacional asciende a 200 mil.
El programa de biodiésel tiene tres pilares: diversificación de la canasta energética, “de lo cual somos un punto importante para que el país deje de estar importando y tenga una vía adicional para la transición energética”; el impacto al medioambiente, “por ser biocombustible tiene un aporte fuerte”; y la generación de empleo formal, desde la actividad agrícola hasta el consumidor final.
Fandiño resaltó que el biodiésel es el eslabón de mayor tecnología para la industria de palma de aceite, dándole soporte a la cadena agrícola y a la cadena de abastecimiento de la energía.
Retos de la industria
Sobre los problemas logísticos por bloqueos, caídas de puentes y vías cerradas, el director comercial dice que son pequeños retos, pero que se surten con la red de poliductos para entregar la premezcla, con menos contaminación y huella de carbono.
“En la Refinería de Cartagena sí entregamos por carretera con carrotanques, pero aseguramos que el almacenamiento tenga días de holgura o ‘stock’ en el inventario, y nosotros cada vez que sucede algo buscamos las mil maneras para poder entregar el producto. Ecodiésel es consciente de la responsabilidad que tienen en el suministro para mayoristas y minoristas”, manifestó Fandiño.
En la IV Conferencia Internacional de Biocombustibles se insistió en que el Gobierno debe aumentar los incentivos para esta industria con ocasión de la transición energética. Sobre esto, el director comercial de Ecodiésel sostuvo que Colombia ha hablado mucho de dicha transición porque hace parte de lo que el mundo está hablando, pero “nosotros somos conscientes de que esto es una canasta de diferentes alternativas y una de ellas son los biocombustibles”.
Agregó que esto ubica al sector en un lugar privilegiado, teniendo en cuenta que la transición energética debe tener claro que ninguna fuente de energía es completamente contaminación cero, sino de bajas emisiones o de bajo impacto, “y eso lo hace esta industria como solución para el país”.
Fandiño explicó que a lo largo de estos años el mercado de biocombustibles ha tenido regulaciones que lo han fortalecido, sin embargo, “hay un camino todavía por recorrer y para hacer una inversión”.
A renglón seguido, precisó que este sector vive de la palma y es esencial tener la tranquilidad para esos productores y extractoras de aceite crudo de palma de poder invertir y sembrar más. “Ellos necesitan tener seguridad y nosotros también para poder invertir. Entonces, requerimos una ruta que defina al Gobierno pasa saber a dónde ir y vamos para allá con tantas toneladas”.
Hoy la demanda de biodiésel está entre 680 mil y 700 mil toneladas al año y la capacidad de producción del país está en 780 mil toneladas al año. “Esto comprueba que hay una pequeña brecha para seguir subiendo, pero si queremos seguir aumentando y aportando a ese camino de transición energética, es importante seguir invirtiendo y, para hacerlo, hay que tener un respaldo y una ruta clara”.