Informe especial: Los problemas de la recién inaugurada vía a Barrancabermeja

El 1 de junio de 2022 la concesión Ruta del Cacao entregó 25 kilómetros de calzada sencilla, los túneles de La Sorda y La Paz y el viaducto Río Sucio, correspondientes a la Unidad Funcional 5, 6 y 7 del proyecto Bucaramanga - Barrancabermeja – Yondó, BBY. Sin embargo, 10 días después vino la polémica. Tras la visita del presidente Iván Duque en la inauguración de las obras, en el kilómetro 80 se registró un hundimiento por las fuertes lluvias en la zona, lo que causó pérdida de bancada. La emergencia ocurrió después de los túneles, dos kilómetros abajo del peaje. Dos meses después de que Duque inaugurara el paso por la obra, estos corredores registran restricciones a un carril en cuatro zonas, una en el kilómetro 80 y tres más en puntos donde la concesionaria realiza trabajos para evitar más hundimientos. De acuerdo con Juan Carlos Niño, miembro de la veeduría de la Cámara de Comercio de Bucaramanga, CCB, tras la falla, la concesión tomó nuevas medidas. “La hendidura en el kilómetro 80, por las fuertes lluvias, se está reparando y se espera que en mes y medio termine. Los otros puntos son trabajos que la concesión está realizando, tratando de evitar que vuelvan a suceder estos inconvenientes”, comentó Niño. [Rumble v1cak7p] Según información entregada por la Concesionaria Ruta del Cacao hay paso solo para vehículos livianos en esta vía, entre La Paz y Lisboa en los cuatro puntos en los que se reduce a un carril por trabajos de mantenimiento. Aunque el nuevo corredor vial, que incluye los túneles de La Sorda y La Paz, está diseñado para que sea paso de vehículos pesados, por el momento no se está permitiendo el tránsito de estos. “La concesión tiene la obligación de que la vía se mantenga operacional al 100% y garantizar su seguridad. Mientras corrigen, el tránsito de vehículos pesados se hace por la otra vía. Tampoco se tiene conocimiento de cuándo comenzará el cobro del peaje”, indicó Juan Carlos Niño. Esta vía está diseñada como solución a los problemas de deslizamientos de la carretera antigua que comunica a Barrancabermeja con la capital de Santander, y que por estos problemas se convertía en un dolor de cabeza para los gremios de la región. Esto significa que es un corredor de vital importancia para el desarrollo económico del departamento. El mismo presidente Duque, el día de la inauguración de estos últimos 25 kilómetros, dijo que “este es un proyecto complejo, que ha requerido múltiples intervenciones, pero es un proyecto que cuando empezó el gobierno venían las bancadas de Santander a visitarme, y me decían “la Ruta del Cacao está enredado”; había mucha gente incrédula. Hoy tenemos un avance del 90%”. Ese día, Antón Martínez Maese, gerente de la Concesionaria Ruta del Cacao, aseguró que la operación del corredor “mejorará la conexión del oriente con los centros de producción energética más importantes del país, beneficiando directamente a la capital de los santandereanos, al Distrito Especial de Barrancabermeja y a los municipios de Yondó, San Vicente de Chucurí, Betulia, Girón y Lebrija”. Al respecto, Orlando Enrique Pedroza Niño, ejecutivo de veeduría en obras de infraestructura de la CCB indicó a Vanguardia que este corredor vial, a diferencia de los otros en construcción en Santander, se ha caracterizado por tener una ejecución cumplida. Sin embargo, sí hay un retraso de 12 meses y todavía hay dos Unidades Funcionales en obra, la 8 y la 9. “Lo bueno es que se trata de una vía 4G, por lo que el Estado no girará más dinero. Además, Unidad Funcional que entreguen, unidad que se paga. Entonces a la concesión le sirve ser ágil. La pandemia atrasó las obras, así como permisos ambientales en la 8 y la 9”, dijo el profesional. Lo mismo opina Susana Meza Murillo, directora ejecutiva de Pro Barrancabermeja. Para la funcionaria, hay que rescatar que es una concesión que ha cumplido con tiempos y cronograma, y eso, por sí solo, en Santander ya da para aplausos. “Resaltamos ese proyecto porque han sido eficientes. Pero estos inconvenientes no son esperados, ni para ellos ni para nosotros. Entonces entendemos que se puedan presentar y lo que importa es que están respondiendo”, dijo. Meza Murillo explicó que la importancia de esta obra es demasiado grande para la región y que el paso restringido en las UF 5, 6 y 7 está afectando la movilidad. Por tanto, “confiamos en que avancen los trabajos para poder contar con esta importante conexión”. Antes de que se presentara la emergencia del 10 de junio, que puso a Barrancabermeja en las noticias nacionales, la concesión había anunciado que el cobro del peaje, cuya caseta ya está lista, se daría a finales de este año. Sin embargo, por el hundimiento de bancada y los posteriores trabajos preventivos, de este tema no se ha vuelto a hablar. La duda sobre el cobro, así como el estado de estas unidades funcionales que, según la concesión ya fueron entregadas y sus actas cuentan con la firma de la interventoría, esperan ser resueltas el próximo 17 de agosto. En esa fecha, tanto miembros de la veeduría de la Cámara de Comercio de Bucaramanga, como de la Sociedad Santandereana de Ingenieros y de la Cámara de Comercio de Barrancabermeja, se reunirán con la concesión para resolver las inquietudes de la obra. Sobre las dos unidades funcionales que faltan por entregar, de Portugal a Lebrija, se conoció que registran un avance del 30% y tienen como fecha de entrega estimadas a mediados de 2023, a diferencia de lo anunciado por Duque en junio, cuando dijo que la totalidad de la BBY estaría lista en agosto de 2022. La Ruta del Cacao es una vía 4G que promete optimizar la movilidad por el trayecto Bucaramanga - Barrancabermeja - Yondó. Comenzó a construirse en 2015 y comprende 152 kilómetros con valor de ejecución de $ 2,7 billones. Esta obra es considerada una de las más significativas en materia vial, pero también una de las más polémicas para una parte de la comunidad. Cuenta con nueve sectores, denominados Unidades Funcionales, UF, de las cuales siete ya finalizaron y las otras dos tienen un avance cercano al 30%. Los dos túneles, La Paz y La Sorda, de 3,2 y 2,2 kilómetros respectivamente, sobrepasan las montañas y adicionalmente recortan los tiempos de viaje. El proyecto también cuenta con una serie de viaductos, donde cinco de ellos tienen hasta 150 metros de longitud. Por la longitud de los túneles, cada uno tendrá un subterráneo piloto de escape y un sistema de ventilación, lo que garantizará la seguridad de los que se movilizan.