Desde enero de este año el almuerzo ejecutivo subió y ahora se vende entre 10 mil y 15 mil, dependiendo del sector de Bucaramanga. En el último año, según el Dane, el precio para preparar este plato típico ha aumentado hasta 11,79 %.
Si usted es de las que come por fuera de su casa por horarios laborales y compra el popular ‘corrientazo’ en el resturante del barrio o de la esquina del trabajo, semana tras semana, se ha dado cuenta del alza en los precios.
Desde enero este almuerzo ejecutivo subió y ahora se vende entre $10 mil y $15 mil, dependiendo del sector de Bucaramanga.
Esto lo comprueban las cifras del Sipsa, un sistema de medición de precios del Dane, que en el último año ha dado cuenta que el precio para preparar este almuerzo típico ha aumentado hasta 11,79 % en Bucaramanga.
Para hacer este cálculo, Vanguardia tomó como referencia los precios del Sipsa de los alimentos básicos para preparar un ‘corrientazo’ en la capital de Santander, en la central de abasto de la ciudad, tales como carne de res, papa, arroz, fríjol, cebolla, tomate, lechuga, limón y panela.
Entre los ingredientes para hacer el almuerzo ejecutivo que más ha subido de precio es el arroz, con un alza del 44,63 %, en la semana del 25 de febrero al 3 de marzo del 2023 comparada con el mismo lapso del 2022.
Mientras que la mayor reducción de precios se presenta en la papa, con -38,37 %. Otro producto que presentó esta misma tendencia fue el limón con -1,47 %.
Los demás ingredientes subieron: carne de res (13,29 %), fríjol (19,42 %), tomate (15,01 %), cebolla (19,79 %), lechuga (32,69 %), panela (1,19 %).
El ejecutivo
Camilo Herrera, director de la firma Raddar, menciona que el valor de un almuerzo ejecutivo o ‘corrientazo’ crece por el orden del 18,8 % en febrero de 2023. “El cambio ha sido impresionante”.
Agrega: “Es claro que la capacidad de compra de este bien/servicio ha caído, según el método usado por Sofia Olaya en Raddar. Esto no significa que se compren esa cantidad de almuerzos ejecutivos, sino cuántos se podrían comprar”.
Alimentos
Laura Peña, economista de Bbva Research para Colombia, habla sobre el dato de inflación presentado por el Dane. “La inflación de alimentos continuó desacelerándose en febrero, como se esperaba, gracias a efectos base, ubicándose en 24,1 %, 206 puntos básicos (pbs) por debajo del mes anterior. Los productos perecederos volvieron a tener un papel protagónico en este descenso, al desacelerarse en 576 pbs”.
Precisa que los servicios, por su parte, continúan reflejando presiones de demanda y de indexación, acelerándose en 36 pbs frente a enero. Dentro del primer grupo destacan comidas en establecimientos de servicio a la mesa y comidas rápidas, mientras en el segundo resaltan arriendo y matrículas para educación superior.
