Una compensación entre $90 mil y $120 mil tiene pensado entregar el Gobierno Petro, a partir del próximo 25 de septiembre, por el alza del precio del galón de gasolina en Colombia para los conductores de taxistas.
Esta devolución corresponde al incremento que ha experimentado este combustible a lo largo de 11 meses en el país, es decir, $4.210 con corte a agosto de este año.
Y de acuerdo con los cálculos preliminares del Gobierno, los taxistas ahorrarían $3.000 en cada tanqueo.
Sin embargo, entre taxistas hay reacciones divididas. Mientras unos celebran esta compensación y están dispuestos a recibirla, otros la cuestionan y la califican como ‘una limosna’ frente a los gastos y costos que tiene un conductor en su día a día.
Por ejemplo, Carmelo Guerrero, representante legal de la Asociación de taxistas del área metropolitana (Asotamb), reconoce que no ha podido entrar a la página del Runt para actualizar sus datos, como requisito para recibir dicha compensación, pero considera que todo lo que programe el Gobierno a favor de los taxistas hay que recibirlo.
“No podemos rechazar esa devolución, que sirve para algún costo de gasolina. No es mucho, pero el taxista que se inscriba y reciba el dinero lo tendrán en cuenta para una posible tarifa diferencial frente a los costos de combustibles”, dice Guerrero.
Por su parte, el taxista Henry Torres asegura que esa compensación no solventa nada para los conductores, mientras el Gobierno no le ponga freno al alza de combustibles.
“En promedio diario, un solo carro trabaja 14 horas y en ese tiempo se gasta $67.000 diarios. Ahora multiplique eso por seis días la semana. En fin, ese dinero no solventa el gasto que tiene uno a diario, que son $90.000”, calcula Torres.
En esta misma línea, el taxista Juan Carlos Aya comenta que esa compensación es un “engaño” para el gremio porque el Gobierno sigue subiendo mes tras mes el precio del galón de gasolina.
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“Y lo que le están dando a los taxistas es una limosna, es una ilusión”. Agrega ese dinero no alcanza para los gastos del conductor a la semana.
Quien saca cuentas también es Luis Pimiento, a pesar de que su taxi trabaja con gas natural vehicular. “Esa compensación no aguanta. Por ejemplo, un carro que trabaje 26 días al mes paga de $50 mil a $60 mil en gasolina. Más otros costos, está gastando $635 mil al mes, y menos los $100 mil que le dará el Gobierno, entonces es poco”.
Cabe señalar que el valor del monto mensual que recibirán los taxistas puede aumentar conforme al incremento del precio de la gasolina hasta llegar al valor de la referencia internacional que, según los ministerios de Minas y Hacienda, se alcanzará en diciembre del 2023.
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Devolución
Hasta ahora, el Ministerio de Transporte reveló que Banco Agrario y Fiduagraria serán las encargadas de entregar los recursos para la compensación de combustibles a los taxistas.
“Esto les permite tener un restablecimiento de un ingreso que indudablemente puede ayudar un poco con sus finanzas, que han estado maltratadas por el incremento de la gasolina”, agregó la semana pasada el ministro de Transporte, William Camargo.
Enfatizó que esta compensación se pagará a través de monederos electrónicos que lanzarán estas entidades o mediante billeteras digitales como Nequi y Daviplata.
Lo que hará el Ministerio de Transporte es generar un promedio de consumo durante los días de trabajo del taxista y a final de mes le darán un dinero que se llamará fondo de compensación para el taxismo del país.
El estudio que tiene el Ministerio de Hacienda es que en promedio un taxista consume 4,64 galones de gasolina al día, pero los taxistas concluyen que son 5 galones.
El costo fiscal de esta medida tiene en cuenta que son 230 mil taxis en el país, de los cuales 40 mil trabajan a gas natural vehicular, lo que significa que no aplican a la medida, por lo tanto, son 190 mil taxistas los que se acogerán al programa.
“Haciendo un cálculo inicial con Minhacienda, ese costo oscila entre $23 mil millones y $25 mil millones mensuales”, detalló Carlos Eduardo Enríquez Caicedo, viceministro de Transporte.
Hay que recordar que el principal requisito para los taxistas es actualizar su información en el Runt y así poder recibir la compensación por el alza de la gasolina.
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En su informe semanal, titulado ‘Subsidio a los taxis: borrar con el codo lo que hace la mano’, el Centro de Estudios Económicos Anif considera que la compensación es una medida inviable por dos razones principales.
Primero, es un enredo operativo. Las estaciones de combustible tendrían que implementar un mecanismo para acreditar que el número de taxis atendidos efectivamente coincide con la realidad. Eso implica, por un lado, costos operativos de implementación y, por el otro, dificultades en el seguimiento.
Segundo, habría una alta probabilidad de generar un mercado secundario, en el que se dé una reventa de gasolina por debajo del precio estipulado para los particulares. Esa propuesta, afortunadamente, parece estar descartada.
Desde el Ministerio de Transporte se ha señalado que los fondos para cubrir este gasto saldrían del Fondo de Estabilización de Precios de Combustibles (Fepc). Esto lo fundamentan sosteniendo que los taxis son uno de los principales contribuyentes a la disminución del déficit del Fepc, lo que hace que de alguna forma los recursos destinados al saldo del déficit del fondo parezcan ser los idóneos para realizar esta compensación.
“Es difícil tener claridad sobre esta afirmación en tanto no hay una discriminación al interior del Fondo por consumo según el tipo de vehículo. Sobre lo que sí se tiene una estimación es sobre la participación aproximada de los taxis dentro del parque automotor de automóviles. De los 3,8 millones de automóviles que se tienen registrados en Andemos, por lo menos 233 mil están dedicados al servicio público”, advierte Anif.
En ese orden de ideas, el centro de pensamiento calcula que para septiembre, el Gobierno nacional debería de realizar el desembolso de $17.500 millones.
Ahora, para octubre esa cifra sería mayor, pues el subsidio incrementa conforme aumenta el precio de la gasolina corriente.
“Al asumir que entre septiembre y octubre el precio del galón incrementará en $600, se espera una variación intermensual de 4,3 %. Trasladando esa variación a la compensación diaria recibida por tanqueo, se estaría hablando que para octubre el beneficio sería de $3.129 que le representarían al país una suma de $18.200 millones”, se lee en el informe.
Al replicar el mismo ejercicio para noviembre y diciembre se estaría hablando que en los últimos cuatro meses de 2023 se deberá entregar una compensación a los taxistas por el orden de los $74.300 millones, que como se plantea desde el Gobierno, serán extraídos del Fepc, puntualiza Anif.
Subsidio a la gasolina: mal focalizado
Es de destacar que los incrementos paulatinos en la gasolina no han sido una tarea fácil de implementar, en tanto que afecta a una gran parte de la población y representa un elevado costo político, que asumió el Gobierno Petro.
Según tanques de estudio como Fedesarrollo y Anif, y también el Comité Autónomo de la Regla Fiscal (Carf), es el camino correcto para eliminar un subsidio mal focalizado.
De acuerdo con cálculos del Ministerio de Hacienda, las personas de mayores ingresos de la población colombiana son quienes más se benefician de este subsidio; particularmente, el 20 % más rico recibe casi el 55 % del total de recursos que destina el Fondo de Estabilización de Precios de Combustibles (Fepc) para cubrir la volatilidad del precio del Brent sobre los combustibles líquidos en Colombia.
Muy por el contrario, el 20 % más pobre tan solo recibe un 4,5 % del total del subsidio que sale del Presupuesto General de la Nación que financiamos todos los colombianos a través de impuestos.
Eso toma especial relevancia si se tiene en cuenta que la economía colombiana padece de un déficit fiscal estructural que limita el margen de acción en renglones de gasto más apremiantes, como salud, educación y trabajo.
Retrocesos
De acuerdo con las cuentas de Anif, la compensación para taxistas implicaría que la reducción del déficit del Fondo, que se estima sea de $18,9 billones para 2023, sería inferior en $74.300 millones. “Cifra que, si bien puede pasar como algo no tan escandaloso, representa un retroceso al esfuerzo que se está realizando para el recorte del déficit”.
Esto entonces equivaldría a un total acumulado anual de $237.000 millones, que saldrían de los recursos del Fepc. Lo anterior significa que se perdería el 4,4 % de los $5,4 billones que se estimaban en el Marco Fiscal de Mediano Plazo serían el superávit del Fondo producto del aumento en los precios de la gasolina en 2024.
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Periodista económico en Vanguardia. Magíster en Estudios Políticos, de la Universidad de Caldas. Comunicador Social – Periodista, egresado de la Universidad Pontificia Bolivariana. De La Guajira.
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