$1.000 le subió Helena Obando a los almuerzos ejecutivos que vende en su restaurante a comienzo de este año, ahora los ofrece a $10.000. ¿Por qué?, “porque todo subió el año pasado y así quedó, no bajaron los precios de los alimentos, ni de los servicios”.
Con estas declaraciones, la microempresaria bumanguesa recordó los estragos de la inflación en los últimos meses en Colombia, tanto para el bolsillo de la gente como para la rentabilidad de los negocios.
“Por ejemplo, el plátano pasó de $1.500 a $3.000 la libra en enero, lo mismo sucedió con la cebolla larga, la venden a $4.000 la libra, antes la compraba a $1.000. Ni hablar del apio, subió de $1.200 a $3.500. Las carnes de res, pollo y cerdo no aumentaron, pero siguen caras, lo mismo que las frutas”, resumió Obando.
Estos detalles que describió esta emprendedora, los confirmó ayer el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) en su informe mensual sobre el costo de vida.
Precios al consumidor
Según Piedad Urdinola, directora del Dane, los almuerzos en restaurantes, con 33 puntos básicos de alza, fue el rubro que más presiono el aumento de la inflación en enero en Bucaramanga. Le sigue el transporte con 15 puntos básicos y las frutas frescas con 12 puntos básicos, en particular el aguacate.
“Las alzas de enero fueron las que más presionaron a que los niveles de inflación promedio también subieran. Transporte fue el rubro que más aumentó en todas las ciudades del país, luego están los alimentos y restaurantes. Todos esto se explica por los aumentos de gasolina, transporte municipal y otros servicios regulados de movilidad”, explicó Urdinola.
De esta manera, para el caso de Bucaramanga, la ciudad registró una variación mensual de 1,97 %, por encima del promedio nacional, que se ubicó en 1,78 %. Con este indicador, la capital de Santander es la tercera ciudad de mayor variación en el costo de vida del país para enero de 2023.
En cuanto a la variación anual, la capital santandereana se ubicó en 13,29 %, siendo la sexta ciudad con menor inflación del país. Mientras que, a nivel nacional, el dato para enero de 2023 se ubicó 13,25 %, este porcentaje duplica la cifra reportada de enero de 2022 (6,94 %).
La directora también precisó que desde marzo de 1999 no se veía esa inflación en Colombia, cuando fue de 13,51 %.
Transporte
De acuerdo con el Dane, el comportamiento mensual del Índice de Precios al Consumidor (IPC) se explicó principalmente por las mayores variaciones en las divisiones transporte (3,98 %) y restaurantes y hoteles (3,11 %).
Por ejemplo, en el rubro de transporte, Bucaramanga registró una variación mensual del 4,03 %.
Una mirada nacional evidenció que los mayores incrementos de precio se registraron en las subclases: gastos reglamentarios relacionados con la propiedad, manejo y alquiler de vehículos (13,27 %), transporte urbano (6,61 %) y transporte intermunicipal (4,20 %).
El economista jefe de Scotiabank Colpatria, Sergio Olarte, aseguró que para el 2023 la economía se va a “desacelerar” y que los costos de transporte se van a “estabilizar un poco”, debido a que los precios de los importados, como piezas o refacciones, bajarán.
Sin embargo, se espera que los costos del transporte continúen subiendo a causa de que la gasolina seguirá incrementado su precio y que el salario mínimo aumentó, lo que afecta los costos de producción y los servicios de mantenimiento, en otras palabras, los costos laborales.
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Gustavo Acero, economista senior del Banco de Bogotá, consideró que la inflación de enero tiene un balance mixto, porque la total siguió subiendo, llegó a 13,25 %, un repunte que estuvo alrededor de la expectativa. Es decir, dicha aceleración perdió fuerza en el primer mes, mientras que la inflación sin alimentos subió más fuerte que la total y en enero llegó a 10,43 %.
“Se aceleró, pero no como sucedió a finales del 2022, esto puede generar cierto alivio. Todo apunta a que la inflación esté cerca de su pico en el primer trimestre y comenzará a desacelerar el ritmo”.
Acero indicó que hay que prestarle atención al Índice de Precios al Productor, ya que el componente consumo final que tienen más relación con la inflación ya quebró la tendencia, y mostró que la corrección de precios del productor ya se está trasmitiendo al consumidor. “En el corto plazo veremos la desaceleración de la inflación”.
Alza habitual y bloqueos
Para el economista Mateo Rivera, el IPC refleja que por el momento las presiones inflacionarias persisten e infortunadamente no han tocado techo.
“Si bien en enero es habitual un alza generalizada en algunas divisiones del gasto indexadas a la variación anual del IPC del año anterior o al ajuste del salario mínimo, en Colombia hay un componente adicional por el lado de los alimentos y bebidas no alcohólicas que registraron una variación anual del 26,2 %”, aseveró el experto.
Añadió que, para esta división del gasto, el panorama puede empeorar por algunas cuestiones como los incrementos en los precios de los combustibles, la volatilidad en la tasa de cambio y los bloqueos en algunas regiones del país, como sucedió en Santander hace unas semanas.
Así lo advirtió la Cámara de Comercio de Bucaramanga a finales de enero, cuando dijo que los bloqueos en las principales vías de Santander representaron una situación preocupante para la economía de varias regiones.
Esto afectó el cumplimiento de las transacciones comerciales de los empresarios y provocó sobrecostos por retrasos y uso de vías alternas, por tema de fletes. “Los mayores costos de las operaciones deben ser asumidos por los empresarios y seguramente se transmitirán a los consumidores vía precio, lo cual generará un incremento de la inflación”.
Periodista económico en Vanguardia. Magíster en Estudios Políticos, de la Universidad de Caldas. Comunicador Social – Periodista, egresado de la Universidad Pontificia Bolivariana. De La Guajira.
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