Un viaje que entre la capital de Santander y San Gil tardaba dos horas, durante los últimos días se ha extendido hasta a siete horas en sectores como Pescadero, Curití y Oiba.
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Los conductores denunciaron que en los tres peajes de Pescadero, Curití y Oiba el cobro de peaje es extremadamente lento y genera represamiento de vehículos. Lo propio pasa en Oiba pero por el hundimiento en una de las vías de la caseta del peaje.